Convertirse en conductor de la luz

laitman_2009-07_0229La calidad es mucho más importante que la cantidad. En el mundo existe una cantidad sin fin de plantas, pero una flor es equivalente a toda la materia inanimada en todo el Universo.  Un animal es equivalente a todas las plantas del mundo. Un ser humano es equivalente a toda la naturaleza. De este modo, se manifiesta la diferencia entre los niveles, los cuales divide un abismo.

Al reunir todas las piedras del Universo, es imposible cultivar de ellas ni siquiera una flor. Porque en la flor hay vida y desarrollo, pero estas cualidades están ausentes en la materia inanimada.  Y el desarrollo del ser humano es totalmente único e incomprensible para una mirada sencilla. Podría pensarse que cada ser humano posee una fuerza pequeña, pero ésta es de una calidad superior.

Por eso, un evento como un congreso, es decir, estar unidos en él, da una fuerza extraordinaria. ¿Cuánto valen todas las estrellas en el Universo al lado del pensamiento humano?

Hoy día, los científicos han descubierto que nuestros pensamientos influyen sobre los procesos físicos, sobre el comportamiento de las partículas elementales. En realidad, nuestros pensamientos manejan todas las estrellas, toda la naturaleza vegetal y animal.  Todo esto es consecuencia de la actitud humana, de los pensamientos y deseos del ser humano.

Por eso, está escrito que todas las partes de la naturaleza se incorporan en el hombre y no tenemos que corregir nada en la naturaleza, aparte de nuestros pensamientos. Con esto corregiremos todo el mundo.  La luz llega a este mundo a través del sistema que se denomina  el “Hombre”, porque este sistema es  superior y la luz se extiende desde arriba hacia abajo.

¡En medida que este sistema esté unido o dividido –es decir corregido o estropeado, la luz pasará, más o menos intensamente, al resto de los niveles: inanimado, vegetativo y animado y determinará cómo vemos este mundo!

Por eso, está escrito que toda la naturaleza está incluida en el hombre y asciende y desciende junto con él.  Si yo asciendo –logro la conexión más grande con otros, corrigiendo el alma común, entonces, a través de mí pasa la luz más fuerte a toda la naturaleza y ella también se une en la armonía más grande.

¡Soy el centro de toda esta naturaleza y me rodea lo inanimado, lo vegetativo y lo animal y yo determino su corrección! Cuando termine mi corrección, todos ellos desaparecerán y se unirán a mí, porque todos éstos son mis partes, mi reflejo.

(Extracto de la lección sobre La introducción al libro del Zohar, correspondiente al 10 de febrero 2010).

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