Convirtámonos en el súper poder espiritual del mundo

Baal HaSulam, «Exilio y redención»: Entonces, he aquí que yo le propongo a la Casa de Israel que les diga «¡Basta!» a todos los problemas, y al menos, que haga un cálculo humano en relación a esas aventuras que el tiempo nos ha infligido una y otra vez, y también aquí en nuestro país. Nosotros deseamos comenzar con nuestra propia política, ya que no tenemos esperanza de aferrarnos a la tierra como nación mientras no aceptemos la santa Torá sin atenuaciones, hasta la última condición del trabajo Lishmá, y no para uno mismo, sin ningún residuo de egoísmo…

Mientras no elevemos nuestra meta por encima de la vida corporal, no tendremos un renacimiento corporal porque lo espiritual y lo corporal en nosotros no pueden habitar en una sola cesta, porque somos los hijos de una idea. E incluso si estamos inmersos en cuarenta y nueve puertas de materialismo, aun así no renunciaremos a la idea. Entonces, es el santo propósito de por Su nombre lo que necesitamos».

Por supuesto, la nación israelí puede existir sólo si está en garantía mutua. Esta es la base y los cimientos de nuestra nación mediante los cuales seremos capaces de determinar la forma correcta de nuestro estado ya que de otra manera no seremos capaces de existir. Esto no puede ser si no tenemos intención de otorgar Lishmá (por su nombre).

Sólo entonces seremos capaces de ser prósperos y tener seguridad en nuestro estado; todo depende de la intención interna, la cual determina todos los otros aspectos de la vida. Entonces, Baal HaSulam dice que no debemos pensar en un renacimiento corporal, es más, ni tratar de ser como todas las otras naciones ya que nosotros existimos sobre una base totalmente diferente y no de acuerdo a los principios de otras naciones.

Las naciones del mundo viven de acuerdo a las leyes del deseo de recibir, y entonces, saben cómo organizar su vida corporal en este mundo. Se sienten a sí mismas y se entienden entre sí. La nación israelí, sin embargo, no lo hace. Nosotros debemos tener sólo un renacimiento espiritual, y si mantenemos y cumplimos con nuestra misión espiritual, nuestra vida corporal funcionará. No necesitaremos preocuparnos por ello ya que si alcanzamos el mundo espiritual, existirá tal balance de fuerzas entre el mundo corporal y el espiritual que esto determinará el nivel y la forma de nuestra existencia corporal.

Entonces, lo único que necesitamos es la espiritualidad: Una solución tan interna como sea posible. Todo lo demás funcionará automáticamente como la proyección de la internalidad en la externalidad.

Lo mismo sucede con respecto a todo nuestro grupo cabalístico global llamado «Israel», que significa el anhelo hacia el Creador, Yashar El (directo al Creador). Si queremos que este grupo crezca y sirva como una fuente de este conocimiento al existir como un súper poder espiritual, entonces primero debemos cuidar de nuestra cualidad interna, y en adición, también invertir nuestro poder en la diseminación.

Sin embargo, lo principal que determina nuestro éxito es la conexión entre nosotros. Debemos salir al mundo y obtener impresiones de este, de manera que no perdamos nuestra conexión con este, para diseminarle el método de la Cabalá y la garantía mutua. Sin embargo, primero, esto debe surgir de nuestra preocupación por la unidad y la conexión, por la garantía mutua entre nosotros, con el fin de enfocar esto en el otorgamiento Lishmá, lo cual significa con el fin de traer contento a la fuerza superior.

Con respecto a Israel, debemos anhelar directo al Creador, ya que esta es la interioridad que lo determina todo. Entonces, aquí también, en la tierra de Israel, debemos preocuparnos primero por alcanzar la fuerza interior. Una vez que la tengamos, nadie será capaz de hacernos daño.

(94045 – De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 26 de noviembre del 2012)

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