Coronavirus: una consecuencia del desequilibrio de la naturaleza

En relación con la epidemia de coronavirus, el Ministerio de Salud de Israel emitió 11 reglas de conducta, que nos exigen que cumplamos con la ley de «garantía mutua». Como se trata de una catástrofe global que afecta a todos, debemos ser considerados con los demás, eso es garantía.

La garantía mutua es no acercarnos a otros, al no hacerlo, los cuidamos. Si realmente nos queremos y entendemos que con este comportamiento contribuimos al bien común, la epidemia se detendrá más rápido.

El coronavirus que tiene toda nuestra atención, en realidad parece un juguete de niños, en comparación con futuros desastres. Por ejemplo, el cambio gradual de los polos magnéticos de la Tierra amenaza con provocar un cambio brusco, como resultado volverá la edad de hielo.

¿Por qué nos preocupamos tanto por un virus que no es nada en comparación con el desarrollo futuro de otros eventos? Porque es un hecho que el coronavirus nos golpea personalmente. Pero si se acerca el hielo o el océano se eleva varios metros, no sentiré el efecto en mí personalmente al tomar mi temperatura o mi pulso.

Todo depende de nuestra sensación. Si enjambres de langostas vuelan y devoran toda la cosecha de los campos, iremos a la tienda y no veremos ningún otro producto, excepto la langosta: langostas azucaradas, langostas saladas, etc. Sólo así nos preocuparemos.

Por ahora, el foco está en el coronavirus. Demuestra a la humanidad nuestra debilidad y falta de conexión, ahora se manifiesta de forma negativa, pues la enfermedad se transmite de unos a otros. Pero también nos muestra que si queremos actuar juntos, reflexiva y conscientemente, podemos protegernos del virus.

La epidemia también nos quita impurezas: dejamos de volar de un lado a otro, de hacer cosas innecesarias. Si la epidemia se prolonga por otro año, nuestra vida se calmará y sólo haremos labores necesarias.

Nadie correrá a comprar más ropa. Todos vivirán en paz, aunque sea para tener salud. El virus nos encierra y nos volvemos buenos niños. Así, no es virus, sino ayuda de arriba.

La epidemia afectará a la política y amortiguará todas las pasiones porque, ¿para qué luchar si todos somos hermanos en la desgracia? ¿para quién deben esforzarse al gobernar, para personas que carecen de lo más necesario?

Después vendrán nuevos golpes: nubes de langostas, mosquitos, ratas. No podremos luchar contra ellos debido a su gran número. Y así, gradualmente, nuestra vida tomará un aspecto diferente y aprenderemos a vivir de modo diferente. De hecho, hoy la sociedad humana es como una burbuja financiera: cada empresa es fondo de inversión.

De acuerdo con las leyes de la naturaleza, ninguna criatura a nivel inanimado, vegetal o animal, consume más de lo necesario para existir. Vemos depredadores, un leopardo o un lobo devorando presas, pero lo hacen para sobrevivir y sólo toman lo necesario.

El hombre también debería vivir, consumiendo sólo lo esencial y dejar el resto para beneficio de la sociedad, eso es precisamente lo que le beneficia y no, confundir a la sociedad con todo tipo de cosas estúpidas.

La sociedad humana está obligada a llegar a una forma de vida material, dentro del nivel animal. El cuerpo animal debe vivir como los animales, es decir, consumir sólo para su supervivencia. No necesitas tomar nada de la naturaleza, lo demás debe ser sólo para que labores espirituales, para el trabajo del Creador.

El 90% de nuestros productos no son necesarios. Todo está organizado en cadenas, cada uno produce su parte y la transfiere al otro, hasta el último en la cadena que tira todo para que el proceso pueda comenzar de nuevo.

El mundo moderno está hecho así, de lo contrario no podríamos tener salario. Ganamos exprimiendo los recursos de la tierra. No se puede vivir así, destruimos el ambiente.

El egoísmo a cada momento nos guía a una vida que ya es imposible de tolerar. Nosotros mismos cavamos nuestra tumba. El ángel de la muerte sostiene una gota de veneno en el filo de la espada y obedientemente la tragamos y morimos.

¿Dónde está la salida? Estudiar Cabalá, para corregir nuestro pensamiento y con ese pensamiento, corregir al mundo. Cuando haya muchos que piensen correctamente, podremos traducirlo en acciones materiales. ¡Pero ya ni nuestro pensamiento funciona!

Dar a la sociedad es, en primer lugar, estudiar qué es otorgar genuinamente y cómo debo existir en la sociedad para cumplir la ley de la naturaleza. Todo pasa en el pensamiento.

El hombre mismo, con su esfuerzo y autocontrol, debe llegar al estado en el que viven los animales, es decir, no consumir más de lo realmente necesario para vivir. Y el resto de nuestra energía y mente usarlo para tratar de unirnos.

La epidemia de coronavirus y todos los problemas son consecuencia del desequilibrio de nuestra vida. Si viviéramos en el plano material como animales, sin consumir más de lo necesario para nuestro cuerpo animal y que todo nuestro esfuerzo espiritual fuera para comprender al Creador, la vida sería hermosa.

Pero traemos una distorsión, nos esforzamos en nuestro ego para gobernar al mundo, para vaciar el globo y extraer todos los recursos naturales. Por eso, la naturaleza, al perder el equilibrio, nos muestra problemas: problemas biológicos en forma de coronavirus, erupciones volcánicas, terremotos o tsunamis. Todos estos cataclismos son causados ​​por el desequilibrio que creamos en la naturaleza.

Debemos limitarnos a usar la naturaleza sólo para lo necesario, como lo enseña la ciencia de la Cabalá. Y usar las otras fuerzas poderosas, el tiempo, la mente enorme y el deseo del que está dotado el hombre sólo para corregir a la sociedad, para que sea la herramienta que revele al Creador.

En estos días, la sociedad humana actúa en la dirección opuesta a la revelación del Creador y naturalmente causamos los problemas, el coronavirus es sólo el comienzo.

La era del Mesías, en la que vivimos, debería traernos nuevas revelaciones. Esperemos que, gracias a nuestro esfuerzo, esas revelaciones sean buenas, pero hasta ahora, desafortunadamente, es dudoso…

Tratemos de aprender rápidamente y transmitir a la humanidad, que la causa del virus es resultado del desajuste de la sociedad humana con la ley general de la naturaleza que es equilibrio. Esto es física simple, no fe, sino la ley de la naturaleza.
[261320]
De la 2a parte de la lección diaria de Cabalá 5/mar/20, «La paz«

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