Derríbalos y destruye sus monumentos

La Torá, Éxodo 23:24: No te postrarás ante sus dioses, y no los adorarás, y no seguirás sus prácticas, sino que derribarás y destruirás completamente sus monumentos.

A lo que se refiere aquí no es a la adoración de ídolos de las tribus primitivas, sino acerca del hombre construyendo la semejanza del Creador dentro de sí.

Destruir sus monumentos” significa destruir todo el deseo egoísta, todo el camino hasta el último nivel, hasta las “rocas”, en otras palabras, hasta el nivel inanimado. El hombre debe dejar de usar el egoísmo en cualquiera de sus formas.

Inicialmente, cuando una cualidad llamada, por ejemplo, Jebuseos o Hititas, que nunca habían sido experimentadas antes, comienza a desarrollarse, la persona puede pensar que puede moverse hacia la meta de forma correcta con esta cualidad: vivir en este mundo con el fin de crecer espiritualmente. Pero, más tarde, comienza descubrir que esta cualidad es opuesta a lo espiritual.

Más aun, esta cualidad todavía necesita ser desarrollada a tal grado que llegas a despreciarla: estás dispuesto a hacer lo que sea necesario para ya no permanecer de esta manera, en esta cáscara, en esta forma- así de completamente opuesta es a la semejanza del Creador.

Sin embargo, gracias a eso, gracias a esas formas, cada una de esas cualidades, cada una de esas “naciones”, la forma del Creador es revelada dentro de ti. Así es como llegas a reconocerlo a Él a diferencia de todos los ángeles y gradualmente lo revelas a Él.

Sólo una persona que está moviéndose hacia el Creador es capaz de despreciar a esas “naciones” dentro de sí.

Pregunta: ¿Cualquier otro odio no es considerado odio?

Respuesta: No, aquí no se refiere a las cualidades terrenales, sino a las personas que asumen el hacerse similares al Creador.

No importa cuán grandioso suena esto, aun así es un trabajo muy difícil. En realidad, el Creador hace todo, excepto identificar los opuestos a Él dentro de ti mismo a tal grado que le ruegas a Él que te corrija, eso debes hacerlo por ti mismo. “Golpéame con un cincel y un martillo, corta de mí todos los excesos egoístas y déjame sólo Tu imagen”, -esto es por lo que tienes que rogar.
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De Kabtv “Secretos del Libro Eterno”, 1/jul/13

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