¿Dos Para Crear Una Familia?

Pregunta: Todas las siete mil millones de personas en todos los niveles de la naturaleza (inanimado, vegetativo, y animado) necesitan entrar a un sistema común integral. Pero la familia proporciona una forma de relación donde hay un hombre y una mujer, y ellos tienen hijos ¿Cuál es la naturaleza especial de esta relación? ¿Por qué sucede que son precisamente dos personas las que participan en la creación de la familia?

Respuesta: Esto surge de nuestras raíces internas porque hay dos fuerzas opuestas en el mundo: la fuerza de otorgamiento y la fuerza de recepción, más aun, tanto la recepción como el otorgamiento tienen dentro de ellas las propiedades opuestas: la propiedad de recepción contiene la propiedad de otorgamiento, y la propiedad de otorgamiento tiene la propiedad de recepción, y es por esto que son capaces de influirse mutuamente y de combinarse en varios matices de interacciones.

Por esta razón, en nuestro mundo hay una división en masculino y femenino, el intermedio no es una opción. Por supuesto, en la naturaleza podemos observar todo tipo de transiciones en varios animales primitivos: las ranas, digamos, pueden cambiar su género dependiendo de las necesidades de desarrollo de su comunidad.

Pero en principio, mientras más avanzada es la naturaleza, más grande es la división entre aquellos que deben conectarse como una pareja para la procreación, ya que la colección de propiedades en individuos masculinos y femeninos, necesita ser lo suficientemente opuesta. Después de todo, en la combinación del uno con el otro deben proporcionar la oportunidad para que la combinatoria desarrolle la diversidad adecuada, la riqueza de especies, propiedades, cualidades, e individuos que sean capaces a través de sus continuas interacciones mutuas, en toda clase de transacciones cruzadas, de desarrollarse de tal manera que revelen toda la naturaleza. Este es un principio cardinal de la naturaleza. Las conexiones entre los sexos e incluso entre las especies, están dirigidas precisamente hacia eso.

El hecho de que necesitemos alimentarnos con comida inanimada, vegetativa y animal corresponde también a esto. Más aun, también consumimos «comida humana», sólo que no en forma de carne como tal, sino en forma de energía, pensamientos, e inclusiones mutuas, es decir, en forma tal que nos servimos mutuamente.

En esta manera, la interacción no sucede simplemente entre los sexos, sino que se realiza constante y continuamente entre todas las partes de la naturaleza en todos sus niveles.

Por lo tanto, no es suficiente reducir todo al hecho de que lo masculino y lo femenino se unan y produzcan descendencia. En realidad, la naturaleza incluye en sí la conexión integral de todos los niveles: los niveles de deseos y propiedades inanimado, vegetativo, animado, y humano.
(84350)
De una «Charla sobre educación integral» del 7/8/2012 

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