El día del Creador

El día del Creador es el estado en el que no se siente ninguna escasez y se está dispuesto a permanecer en ese estado toda la vida y más allá, bajo una condición: que siempre se tenga el deseo de otorgar al Creador. Sin ningún resultado ni conocimiento ni compensación, sólo para hacer algo bueno por el Creador y nadie sabrá que se actuó por Él, ni siquiera el Creador mismo.

Y la forma de comprobarlo es alegría, sensación de perfección. Es decir, ya se está al final de la corrección, porque ya no se desea nada más. Ese estado se llama «El día del Creador». Cualquier persona, sin importar dónde esté, puede imaginarlo y esforzarse constantemente por lograrlo.

El disgusto es un obstáculo para la perfección. Todo se mide en relación con el hombre, la forma en que evalúa su estado. Querer más de lo que ya tienes es lujo, pues resulta que no estás satisfecho con lo que has recibido del Creador. Eso es un gran obstáculo en nuestro camino hacia la perfección.

De hecho, estamos en el estado ideal, al final de la corrección, en el centro de los mundos superiores, en el mundo del Infinito. Todos los cambios ocurren sólo dentro del hombre. Por lo tanto, si considera que su condición es perfecta, ya está en la escalera espiritual, en el estado espiritual.

Así, todo depende de nosotros. No debemos esperar a que algo venga de arriba. Lo único que podemos pedir es nuestra corrección; no esperamos cambios del superior ni de fuera de nosotros mismos. Sólo necesitas decidir en cada estado, que estás en la perfección y no deseas nada para ti, sólo otorgar todo lo que puedas. Necesitamos aspirar a este estado, porque es la verdad.

Cuando el hombre siente que el Creador no es bueno para los seres creados, comienza a discutir con Él, a acusarlo, incluso a odiarlo. Por lo tanto, debemos esforzarnos a cada momento, con toda nuestra fuerza, para ver el mundo bueno, ver a los seres creados en buen estado, al Creador otorgándoles todas las bendiciones, para así poder justificarlo en todas las situaciones que nos parezcan inapropiadas para un buen gobierno.

Debemos tratar de ver el mundo tal como aparece ante los ojos del Creador y no en nuestra percepción deteriorada. Por ahora, todo nos es perdonado, pero más adelante veremos que es un gran crimen condenar el gobierno del Creador. Siempre debes esforzarte por estar lo más alegre que puedas, de lo contrario, maldices al Creador y endureces tu corazón con egoísmo.

Antes que nada, debes decidir que el Creador es bueno, que hace el bien, que todo el mundo es perfecto y que lo condenamos sólo en la medida de nuestra corrupción.

Si el Creador se aleja del hombre, todo el deseo por el trabajo del Creador desaparece. Y se dice que el Creador le da la espalda al hombre, pues la cara del Creador es Su deseo de hacer bien a los seres creados y Su parte posterior es todo lo contrario. El Creador intencionalmente muestra Su parte posterior, para que aspiremos a adherirnos a Él y no deseemos permanecer en un estado degradado. Pues la cara del Creador está escondida en Su espalda.

Constantemente debemos voltear la parte posterior del Creador a Su cara, para lograr adhesión. El superior siempre nos muestra su lado opuesto, si estamos preparados para aceptarlo y elevamos el lado posterior a la altura del frente, llegamos a la adhesión con el Creador.

Ascendemos junto con el AHAP del superior. El superior pone su AHAP en nosotros y vemos Su lado opuesto. Si lo comprendemos y tratamos de ver el rostro del superior, nos elevaremos junto con Su parte posterior.

De esa forma usamos siempre ese elevador: el superior desciende hacia nosotros y ascendemos hacia Él, Él desciende, nosotros ascendemos -es una elevación en zigzag.

Si no fuera por la oscuridad, no tendríamos la mínima posibilidad de alcanzar al Creador. Es necesario comprenderlo y apreciarlo y no escondernos de la oscuridad, sino convertirla en Luz. En todas las formas de oscuridad debemos buscar cómo adherirnos al Creador. No se debe descuidar la oscuridad, porque la creación es oscuridad. La oscuridad es la creación.

Todas las formas están en las letras que son negras. El color blanco no agrega nada, sólo resalta la oscuridad, las letras negras. Por eso, es necesario ayudarnos unos a otros a mantener el espíritu en el grupo y mantener el equilibrio con nuestra garantía y apoyo mutuo. Durante el tiempo de oscuridad es cuando verificamos en qué medida podemos otorgar entre nosotros y al Creador, aceptando la oscuridad como Luz.

La pantalla es cuando no me es importante cómo estoy, cuando lo principal para mí es otorgar. Mi grado se mide en el estado más bajo, en la profundidad del deseo en el que puedo sumergirme en la oscuridad, para que a partir de esa etapa en adelante pueda empezar a otorgar.

El error común de los principiantes es pedir conocimiento, querer sentirse bien y satisfechos, porque piensan que eso es el mundo espiritual. Esperan que la Luz venga y llene sus Kelim (vasijas) egoístas y ordinarios. Pero no es correcto. Sólo necesitamos pedir quedarnos en el mismo estado en el que nos encontramos, para recibir la corrección que nos permita percibir este estado como perfecto.

Es decir, estaremos en fe por encima de la razón. Todo lo que hemos recibido viene del Creador y después de recibir la corrección, entendemos que fue lo mejor que pudo pasar. Nuestros deseos egoístas ordinarios no tendrán satisfacción, pero por encima de ellos, desearemos permanecer en fe.

De la lección con el tema: «Con respecto a fe por encima de la razón” (Tish) 3/ago/18

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