El ego tiende a proteger «su territorio»

No debemos tener miedo de suspender a alguien o incluso de sacarlo totalmente de nuestro círculo del grupo mundial, si ese amigo se niegan a seguir nuestros principios y se aferra a sus opiniones, las cuales son diferentes a las que han sido determinadas por los cabalistas.

Los cabalistas son personas que ya están en los niveles espirituales y son quienes nos jalan hacia ellos desde allí. Son ellos a quienes queremos seguir y no a cualquier persona que vive en este mundo, que va en pos de algunos objetivos propios y cuyo ego está ahora ardiendo dentro de ella empujándola hacia esos objetivos.

Es muy importante recordar eso. De hecho, esto es típico de todos y la única diferencia que hay es en qué grado ocurre, pero hay muchas personas en la que el ego desenfrenado arde con tanta fuerza que las empuja a determinar una nueva dirección como mejor les parece. Si ellas no pueden contenerse, el grupo debe hacerlo.

Nosotros podemos conocer personas así entre aquellas que se ocupan de la difusión activa. Ellas están ardiendo de pasión por hacer todas las cosas como mejor les parece y no dejan que otros participen en los trabajos, manteniendo alejados a los demás y protegiendo su «territorio».

Debemos percibir tales tendencias como destructivas para nuestro trabajo. Por un lado, la persona debe tener la libertad de trabajar y de avanzar con éxito. Pero por otro lado, si ella sola aspira a hacer este trabajo, sin atraer a los demás, sin darles igualdad de oportunidades junto a ella en el mismo terreno, entonces esto gradualmente comenzará a tener un efecto destructivo tanto en ella como en los demás.

Nosotros debemos comprobar constantemente si hay igualdad entre nosotros y apertura en nuestras relaciones con los otros, para que no haya casos de personas que traten de mantener un determinado territorio para sí mismas, un determinado nicho, una dirección en la que ella sea intocable. Todo debe estar abierto a todos y la persona debe sentirse especialmente feliz cuando se disuelve entre los demás por todas partes, en cada trabajo, en cada meta y en cada éxito.

Si esto no sucede, eventualmente estas personas causarán un gran daño al grupo, aunque durante un tiempo parezca que están haciendo un buen trabajo. Debemos tener mucho cuidado de ellas.

Si la persona no puede trabajar subyugándose realmente a sí misma y sólo finge modestia, como en un teatro, puede finalmente causar un daño terrible. Así que debemos tener mucho cuidado de estas personas.

(91453 – De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 28 de Octubre del 2012, «Conversación acerca del grupo»)

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