El germen del otorgamiento

La revelación del Creador comienza con un estado llamado “embrión”. Es la primera acción espiritual que debe ser realizada al preparar un lugar dentro de nosotros para el embrión del otorgamiento, la sensación de la primera revelación del Creador. 

Para esto, es necesario lograr inclusión mutua con los amigos, de manera que nuestra unión no sea para nosotros mismos, sino en bien de otros. 

Aún no podemos actuar en aras del Creador, por eso, por ahora debemos amar sólo a las criaturas, para así llegar a amar al Creador en el amor por las criaturas. La conexión debe ser tal que nadie sea dejado con su ego, sino que quiera unirse con los demás, perderse, sumergirse en los amigos. Si todos pierden su “yo”, la fuerza del egoísmo, se formará un lugar entre nosotros para la revelación del Creador. 

Esta es la preparación para el embrión espiritual: 

  1. Cada uno se anula a sí mismo. 
  2. Sale de sí mismo y lograr inclusión en otros, por encima de su ego.
  3. Conecta todas esas inclusiones mutuas. 

Cuando llegamos a esa conexión mínima, se forma un lugar en nosotros para la revelación del Creador que puede soportar esta auto-abolición y unión y comenzar a crecer como un embrión dentro de nosotros, la propiedad de otorgamiento, como una forma dentro de otra. 

Cada vez debemos hacer espacio en nosotros, de manera que este embrión de la fuerza de otorgamiento crezca y se desarrolle más y más. Cancelamos nuestro ego en todas las propiedades, deseos, pensamientos, en diferentes niveles, cada vez permitiendo a la fuerza de otorgamiento manifestarse en nosotros, en lugar de la fuerza de recepción. Mientras más reducimos la fuerza de recepción, más se viste la fuerza de otorgamiento en nosotros, es decir, el Creador. 

A cada paso, el Creador se revela a Sí mismo con mayor fortaleza, amplitud y profundidad interna, hasta que Él reina sobre todos nuestros deseos, sobre toda la tierra. El Creador y Su nombre se convertirán en uno, como un deseo y una luz, toda la gente en unidad común. 

Y comienza en que cada decena crea condiciones dentro de ellos mismos para la revelación del Creador, con el fin de comenzar a hacer crecer dentro de sí mismos el embrión de la fuerza superior. Nuestra Maljut se corrige y puede comenzar a sentir al Creador en ella. Debido a que hace una reducción en sus propiedades, no quiere usarlas, gradualmente se convierten en propiedades de otorgamiento. 

De esta manera, el Creador coloca una forma dentro de otra, dentro de nuestra forma egoísta, una forma altruista comienza a surgir y desplegarse. 

Esto es revelado de acuerdo con nuestro esfuerzo, conocimiento y entendimiento, de modo que nos sentimos como socios del Creador en este trabajo; comenzamos a sentirlo a Él y a darle a Él placer.
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Del Congreso Mundial de Cabalá, “Descubriendo la vida en la decena” 27/feb/21, “Ibur en la decena”, lección 5.

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