El ladrón que no se robó una moneda

Que nuestros deseos estén rotos y distanciados unos de otros es una gran ayuda. Gracias a esto, estamos en el mismo estado que el rey que quiso trasladar su tesoro completo de un lugar a otro y tenía miedo de ponerlo todo en manos de una persona, ya que todas las personas del reino eran ladrones.

Así, el dividió su tesoro y dio a cada persona una sola moneda para que cada uno pudiera hacer frente a una pequeña tentación y así no la robara, pero llevaría la moneda hacia el lugar destinado. De esta manera el rey transfirió todo su tesoro hacia la nueva ubicación.

Esto es exactamente lo que nos sucede. Nuestras vasijas (deseos) están rotas, por lo que cada persona tiene su propio deseo pequeño. Sin embargo, si se conecta con los demás, gracias a ello, él no toma los deseos malos, rotos de ellos, sino la fuerza para superar su propio deseo.

Esto nos da una serie de ventajas. En primer lugar, todo lo que necesito restringir es mi pequeño deseo. En segundo lugar, a mi alrededor hay una gran sociedad con grandes fuerzas, y puede influir en mí con sus valores.

Después de todo, a pesar de que nuestros deseos están quebrados, ellos están conectados en un solo sistema. Es decir, que no estamos conectados entre nosotros por nuestro propio deseo, sino en contra de nuestra voluntad, no de nuestro lado, sino desde el lado de la naturaleza. Si estoy bajo la influencia de los deseos que están tan alejados de mí, yo puedo utilizarlos como un instrumento de ayuda externa, en lugar del Creador.

Resulta que gracias a la ruptura, recibo «ayuda contra Él»: puedo usar parte de mi deseo que fue separado de mí por mi egoísmo. Me parece que estos deseos son opuestos a mí, lejanos a mí, y termino rechazándolos y odiándolos. Por lo tanto puedo usarlos como fuerzas que me asisten.

Esto significa que en gran medida gano de la ruptura. Por un lado, no estoy obligado a corregir todo a la vez, el gran deseo y a resistir a la tentación por todo el tesoro del rey. Es suficiente con que venza la tentación de una sola moneda puesta frente a mí.

Por otro lado, he recibido de todos las fuerzas que no me dejan robar. Todos me han convencido de la grandeza del rey. Si de algún modo puedo conéctame con ellos con mi deseo roto, ceder ante ellos un poco, e incluso de una manera egoísta, para mi ganancia, lo cual es llamado «Lo Lishma», entonces incluso eso es bueno. Y a través de ellos recibiré la Luz que Reforma.

Después de todo, ¡la Luz Interna no puede brillar en mi interior, mientras que la Luz Circundante si lo hace!

(59308 – De la 3º parte de la lección diaria de Cabalá del 31 de Octubre del 2011, TES)

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