El Libro del Zohar – Capítulo, “El conductor de asnos”. Parte II

El Libro del Zohar Capítulo, «El conductor de asnos».   Parte II (Abreviado)

91.  Él abrió y empezó.  Está escrito, «Benayahu (Benaiah) Ben (el hijo de) Yehoyada (Jehoiada).»  Esta narrativa es hermosa, pero sirve para mostrarnos los elevados secretos de la Torá.  Y el nombre Benayahu Ben-Yehoyada indica el secreto de la Luz de la Sabiduría,  Or Jojmá.  Ben Ish Chai es el justo que revive los mundos.  Rav Paalim significa que Él es el Amo de todo lo que transpira y que todas las fuerzas y las Tropas Excelsas se originan de Él.  Él es llamado el Creador de la Fuerza, el Amo de todo, y Él lo es todo.

92.  Rav Paalim es también Mekabtziel – el Árbol Elevado, reuniendo y realizando muchas acciones, Supremas Sobre todo.  ¿De dónde vino?  ¿En qué grado se originó?  Una vez más, la fuente indica:  de Mekabtziel, pues es un grado elevado y oculto que nadie ha visto.  Incluye todo, pues reúne toda la Luz Superior en él y todo se origina de allí.

93. Todos los grados se reúnen en este Vestíbulo, Excelso, Sagrado y Oculto, en donde todo está oculto.  Todos los mundos se encuentran dentro del vestíbulo.  Todas las fuerzas son sostenidas y revividas por él y dependen de él.

94.  Mató a dos:  Ariel y Moav.  Dos Templos Sagrados existen gracias a Atik y reciben de allí: el Primer Templo y el Segundo Templo.  Desde la desaparición de Atik, el proceso que se había originado desde Arriba había cesado.   Es como si él los hubiese herido y destruido.

95.  Y el Trono Sagrado (Maljut) se hubiera volcado.  Por lo tanto el profeta Yechezkel (Ezekiel) escribió,   «Yo estoy en exilio,»  lo que quiere decir que el grado «Yo», que es Maljut está en exilio ¿Por qué?  «En el río Kevar.»  Kevar (ya) es el río que había ya existido, pero que ahora ha desaparecido.  Como está escrito, «El río está destruido y se secó.»  Fue «destruido» en el primer Templo y «se secó» en el segundo.  Por  tanto, está escrito,  «El hirió y destruyó a ambos, Ariel y Moav.»  Moav (o Mi Av) significa, «del Padre Celestial.»  Todos fueron destruidos por Él y toda la Luz desapareció.

96.  Es más, Él descendió e hirió al león.  Inicialmente, cuando este río hacia correr sus aguas,  Israel estaba en estado de perfección, pues ellos ofrecían regalos y sacrificios para expiar sus pecados y salvar sus almas.  Entonces, la imagen del león descendía desde Arriba y ellos lo veían en el altar al ir pisoteando los cuerpos de los sacrificios, devorándolos, y todos los perros (todos los que difaman a Israel) guardaban silencio

97.  Sin embargo, cuando los pecados crecieron, él descendió a los grados inferiores y mató al león.  Eso fue porque el león se rehusaba a ceder su presa como antes,  y eso era como si la matara.  Por lo tanto, hirió al león y lo lanzó a un foso, al Lado Malo (conforme a su entendimiento).  El Lado Malo vio esto y envió a un perro a devorar los sacrificios del altar en lugar del león.  ¿Cuál es el nombre de ese león?  ¿Y cuál es el apodo del perro?  Baladan es su nombre;  Baladan se forma con las palabras Bal-Adam,  en donde la letra Mem se reemplaza con Nun, pues no es un ser humano, sino un perro y su cara es como el hocico de un perro.

98.  En un día de nieve, en el día que descienden los infortunios de la Excelsa Corte Arriba, está escrito,  «Su casa no temerá la nieve,» eso es,  La Corte Excelsa, llamada «nieve».  Pues su casa se reviste al doble y puede, por tanto, soportar un fuego fuerte. Así dice el libro.

99.  ¿Que está escrito en seguida?  «Y él hirió  a un egipcio.»  Se refiere a un secreto: cada vez que Israel pecaba, el Creador se ocultaba y les restringía recibir todo el bienestar y toda la Luz que Él hace brillar sobre ellos.  «El hirió a un egipcio.»  «El» se refiere a Moisés, la Luz que brilla en Israel.  Pues nació en Egipto, creció y alcanzó la Luz Excelsa.

100. Un  hombre de espejo.  Está escrito, espejo y hombre, así como está escrito, un hombre de Dios, el marido y ese espejo, de la gloria del Creador, Maljut.  Pues con este grado mereció gobernar sobre la tierra entera en todo su deseo, una hazaña no igualada por nadie más.

101.  Este es el bastón del Creador que le fue entregado a él, como está escrito,  «Con el bastón del Creador en mi mano.»  Este es el bastón que fue creado en la tarde del sexto día de la creación, antes de Shabbat.  Y Su Santo Nombre está en él.   Y con este bastón Moisés pecó al golpear con él dos veces en la roca.  El Creador le dijo,  «Moisés, no es con ese propósito que te he dado Mi bastón;  por lo tanto, en adelante, ya no lo tendrás en tu posesión.»

102.  En seguida Él descendió hasta él con severidad arrancó el bastón de la mano del egipcio, pues en el momento en que le quitó el bastón, se lo quitó para siempre.  Y fue muerto por eso: por el pecado de golpear la roca con el bastón murió y no pudo entrar en la Tierra Prometida. Y esa Luz se le ocultó a Israel.

103.  «El más respetado de los treinta» se refiere al Superior que recibe de Arriba y pasa hacia abajo, uno que recibe y acerca.  Sin embargo, él no va a los primeros tres, sino que ellos vienen a él y le dan de todo corazón, pero él no va hacia ellos.

104.  A pesar de no ser considerado uno de ellos, David escuchó el significado que nunca se separa del corazón, pues nunca se pueden separar.  David ponía atención con todo su corazón, pero él no ponía atención a David.  Pues por las alabanzas, himnos y misericordia que la luna le ofrece al sol, la luna se acerca al sol como para estar con él.

105.  Rabí Elazar y Rabí Aba cayeron sobre sus caras ante él y no lo podían ver más, luego se levantaron y andaban en todas direcciones, pero no lo podían ver.  Se sentaron y lloraron y ni siquiera se podían hablar. Entonces, Rabí Aba dijo,  «Es verdad que hemos aprendido que la Torá acompaña a los justos en sus caminos.  El justo del otro mundo vino hasta ellos para revelarles los secretos de la Torá.  Y este debe haber sido Rabbi Hamnuna-Saba, quien vino hasta nosotros desde el otro mundo para revelarnos estos secretos. Pero, antes que pudiéramos reconocerlo, se desvaneció.»  Se levantaron y querían conducir sus asnos, pero no pudieron.  En repetidas ocasiones intentaron arrear  a los asnos, y aún estos no se podían mover.  Ellos se asustaron y dejaron a los asnos atrás.  Y hasta este día a este lugar se le llama,  «el lugar de los asnos.»

106.  Rabí Elazar abrió y dijo,  «Oh, qué enorme es Tu bondad, que Tu has ocultado para aquellos que Te temen.  Cuan infinita es la bondad que el Creador otorgará a la humanidad en el futuro, a aquellos temerosos del pecado, los justos elevados que estudian la Torá cuando llegan al Mundo Superior.

107.  La denominación «enorme bondad» puede describirse como conteniendo todos los secretos de la sabiduría Excelsa, que descendió de ZA a Maljut.  Hay un gran árbol, llamado ZA o Rav (grande, fuerte) y hay un pequeño árbol, Maljut que crece de él.  Y es elevado hasta el Firmamento más Elevado.

108.  La «enorme bondad» es la Luz que fue creada en el primer día de la creación y oculta para ser revelada en el futuro para los justos en el otro mundo.  Tus Obras son el Excelso Jardín del Edén, que el Creador ha creado por Su OBRA.

109.  Todos los justos están de pié en el Jardín del Edén inferior, vestidos con adornos preciosos,  parecidos en calidad y forma a los que usaban en este mundo, es decir, en la misma forma como la gente en este mundo y según las acciones del hombre en este mundo.  Ellos están ahí y se remontan en el aire, ascendiendo a la Asamblea en el Jardín del Edén Excelso, vuelan hasta ahí y se bañan en el rocío del río puro de Apharsemon, después bajan y vuelan por abajo en el Jardín del Edén inferior.

110.  Y algunas veces estos justos aparecen como personas con el fin de realizar Milagros, como ángeles celestiales, igual que hemos visto la luminiscencia de la Luz Superior, pero no merecimos ver y descubrir los secretos de la gran sabiduría.

111. Rabí Aba abrió y dijo,  «Y él que estaba condenado dijo a su esposa,  ‘Moriremos, pues yo he visto al Creador.’  Aún cuando no estaba consciente de sus actos es como está escrito,  ‘Él no sabía que era un ángel’;  sin embargo, está escrito, ‘El hombre no Me verá y vivirá,’  sabemos que ha muerto.  Y hemos merecido esta gran Luz para acompañarnos y el mundo existe porque el Creador Mismo nos lo envió, para revelar los secretos de Su Excelsa sabiduría a nosotros.  ¡Cuan alegre es nuestra porción!»

112.  Ellos caminaron y llegaron a una montaña.  El sol se había puesto.  Las ramas del árbol en esa montaña empezaron a resonar y cantar.  Al ir caminando, escucharon una voz sonora proclamar,  «Hijos del Creador Sagrado, dispersos entre los vivientes de este mundo, iluminados por los hijos de la Asamblea, reúnanse en sus lugares y regocíjense con su Creador en la Torá. Ellos se asustaron y se detuvieron, después tomaron asiento.

113.  Entretanto, la voz volvió a llamar,  «Oh, rocas poderosas, grandes martillos del rayo,  Bina está sobre un pilar, para entrar a la asamblea.»  En ese momento escucharon la voz poderosa de miles de árboles que decía,  «La Voz del Creador rompe los cedros.»  Tanto Rabí Elazar y Rabí Ava cayeron sobre sus caras.  Un gran miedo se apoderó de ellos.  Se pusieron de pié apresuradamente y se fueron, sin escuchar nada más, bajaron de la montaña y continuaron caminando.

114.  Al llegar a la casa de Rabí Yosi, el hijo de Rabí Shimon Ben Yosi Ben Lakunya, vieron a Rabbi Shimon Bar-Yochai.  Ellos se regocijaron.  Rabí Shimon se regocijó también.  Él les dijo a ellos,  «Ustedes han viajado por este camino de señales Celestiales y maravillas correctamente, pues mientras dormía, los vi a ustedes y a Benayahu Ben Yehoyada, quien les enviaba dos coronas con un anciano, para adornarlos.  Estoy seguro que el Creador se encontraba en este camino también, porque veo que sus caras se han transformado.»  Rabí Yosi dijo,  «Verdaderamente, se dice que un sabio es preferido a un profeta.»  Rabí Elazar vino y reclinó su cabeza en las rodillas de su padre, Rabí Shimon, y le contó lo que había ocurrido.

115.  Rabí Shimon estaba asustado y lloró.  El dijo,  «Yo he escuchado al Creador y estoy en reverencia.»  Este verso fue dicho por el profeta Havakuk, cuando él vio su muerte y su resurrección por Elisha.  ¿Por qué lo llamaron Havakuk?  Porque está escrito que por estas épocas habría un HOVVEK-ET – un hijo será besado.  Pues Havakuk fue el hijo de Shunamit.  Y había dos que besaban: uno, la madre y uno de Elisha, como está escrito,  «El puso su boca en la suya.»

116.  Yo he descubierto en el libro del Rey Salomón que el nombre Havakuk consiste de setenta y dos nombres.  Cada palabra consiste de tres letras, pues las letras del alfabeto que el Padre le confirmó inicialmente volaron lejos cuando murió.  Pero Elisha lo beso y confirmó en él todas estas letras en sus setenta y dos nombres.  En todo hay 216 letras en sus setenta y dos nombres, tres letras en cada uno.

117.  Elisha confirmó todas estas letras en el alma de Havakuk para revivirlo con las letras de los setenta y dos nombres.  Y lo llamó Havakuk, pues ese es su nombre completo, que describe todos sus atributos pues alude a dos Havakuks y a las 216 letras del Nombre Sagrado, como la Gematria (valor numérico) del nombre Havakuk es 216, desde donde los setenta y dos nombres fueron formados.  Por los nombres AB lo revivió y trajo su espíritu de vuelta y por las letras RYU revivió su cuerpo y lo dejó vivir.  Por eso se le llama Havakuk.

118.  Él dijo, «He escuchado al Creador y estoy en reverencia por Su nombre.»  Yo he escuchado de lo que tenía y he gustado del otro mundo en el momento de la muerte, antes que Elisha lo resucitara y estoy en reverencia.  Él empezó a pedir misericordia para su alma. Él dijo, «Oh, Creador, las obras que Tu has realizado para mi a través de los años de mi vida».  Y quien sea que se conecte a los años pasados (el nombre de las Sefirot de Atik), se conecta a la vida.  A través de los años, otorga vida sobre el grado que no tiene vida propia,  sobre Maljut de Maljut.

119.  Rabí Shimon lloró y dijo,  «Y yo he visto del Creador lo que yo he escuchado.»  Levantó las manos por encima de su cabeza y dijo,  «Pero, ustedes han merecido ver a  Rabí Hamnuna-Saba, la Luz de la Torá, cara a cara, mientras que yo no.»  Cayó sobre su cara y vio a quien saca de raíz montañas y enciende las velas en el Templo del Rey (Mashiach).  Él le dijo a él,  «Rabí, en el otro mundo seremos vecinos de las cabezas de las asambleas ante el Creador.»  De ese día en adelante, él llamó a su hijo Rabí Elazar y Rabí Aba por el nombre Pnei’el (la cara de Dios) como está escrito, «Pues he visto al Creador cara a cara.»

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