El Libro del Zohar – Capítulo “El Segundo Mandamiento”

El Libro del ZoharCapítulo «El Segundo Mandamiento» (Abreviado)

198. El Segundo Mandamiento está inseparablemente ligado al Mandamiento de temor y es el Mandamiento del amor, para que el hombre ame a su Creador con amor absoluto (perfecto). ¿Qué es el amor perfecto? Es un gran amor, como está escrito, «El camina delante del Creador con sinceridad y perfección totales». Y esto significa perfección en el amor. En consecuencia, está escrito, «Y el Creador dijo, ‘Que se haga la Luz’, esto es amor perfecto, llamado «un gran amor». Es precisamente de esta manera que el hombre debe amar a su Creador.

200. Por lo tanto, hay aquel que ama al Creador con el propósito de ganar riqueza, vivir una vida larga, tener muchos hijos saludables y dominar a sus enemigos; al recibir todo lo que desea es por esta razón que ama al Creador. Sin embargo, si llegara a recibir todo lo opuesto, si el Creador lo hiciera pasar por una rueda de sufrimientos, él llegaría a odiar al Creador y no sentiría amor alguno hacia Él. En consecuencia, a este (egoísta) amor le hace falta el fundamento indispensable (para la adhesión espiritual).

201. El amor es considerado perfecto si existe en ambos lados: en el lado del juicio (sufrimiento) y en el lado de misericordia (éxito en la vida). Como ya lo hemos mencionado, cuando alguien ama al Creador, aún si Él se llevara su alma, este amor permanecería perfecto en ambos lados: en la misericordia y en el juicio.

Por lo tanto, la Luz de la Primera Acción de la Creación fue revelada y después fue ocultada. Y en vista de este ocultamiento, el juicio estricto apareció en el mundo, y ambos lados, la misericordia y el juicio, se unieron para formar la perfección. Y este es el amor deseado.

202. Rabí Shimon lo besó (se unió con) a él. Rabí Pinjas se acercó (a su grado), lo besó (se unió con) y lo bendijo, Él dijo, «Está claro que el Creador me ha enviado aquí. Este es el tenue rayo de Luz que se dijo que estaba brillando en mi casa y más adelante alumbraría a todo el mundo». Rabí Elazar dijo, «Ciertamente, el temor no debe ser olvidado en todos los Mandamientos; especialmente en este Mandamiento, el Mandamiento del amor, el temor debe ligarse a este Mandamiento en todo momento. ¿Cómo se liga? El amor is bueno cuado trae bienestar, salud, sostén y vida del Amado. Y es aquí en donde el temor de pecar debe ser revivid, para que la rueda no se voltee en contra suya, como está escrito, «Dichoso el hombre que siempre teme», pues su temor está contenido en su amor.

203. Así es como el temor debe invocarse desde la perspectiva del juicio severo (restricción del egoísmo), pues una vez que el hombre toma consciencia que el juicio severo ronda sobre él, debe invocar para sí el temor a su Amo. En consecuencia, su corazón no se endurecerá, de lo cual está escrito, «Quien endurece su corazón, caerá en la maldad», en el otro lado (su egoísmo). A esto se le llama maldad. Por consiguiente, el temor unifica ambos lados, con bondad y con amor, así como con el juicio severo, y consiste de ambos. Y si el temor esta unido con el lado bueno y el amor, así como la severidad del juicio, este amor es perfecto.

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