El lugar donde no habita el Creador

Pregunta: En una de sus conferencias ha dicho que una persona debe agregar el Creador a su lista de amigos. ¿Qué significa eso en nuestro trabajo espiritual?

Respuesta: Si le preguntas a los psicólogos, ellos pueden contarte lo que le sucede a una joven pareja que acaba de casarse. Cuando comienzan a vivir juntos, después que el período de luna de miel ha terminado, llega un periodo de reclamos mutuos, insatisfacción, tensión, y conflictos, y ahora tienen que trabajar muy duro para poder seguir viviendo juntos.

Estos períodos pueden ser largos o cortos, y esto depende por completo del ejemplo que ellos vieron en casa de sus padres. En este momento, una pareja joven necesita la asesoría de psicólogos o padres para que las ayuden a conectarse con base en el respeto mutuo y el compromiso, en vez del amor.

Ellos tienen que aprender a evitar presionar los botones del otro, que causan los conflictos entre ellos mientras permanecen dentro de sus egos y mientras que se unen de manera egoísta a su pareja. Esto es lo que sucede en nuestra vida diaria. Sin embargo, este enfoque no funciona en nuestro desarrollo espiritual.

Mientras avanzamos en la espiritualidad, la persona tiene que buscar estos puntos de tensión y hacerlos visibles en lugar de ocultarlos porque «la Torá saldrá», precisamente de estos puntos. Si una persona los ve correctamente, deseando discernirlos y utilizarlos para reformarse a sí misma, entonces en vez de exigir algo más, él se esfuerza por alcanzar su mal interior.

Esto sólo es posible cuando la persona camina junto con el Creador, como si estuviera sosteniendo en Su mano, como está escrito: «¡Ven conmigo a Faraón!» Uno tiene que discernir este faraón, este mal interior, y entonces dominarlo y reformarlo, unificarse con él, y huir de él. Pero mientras trabaja con el mal, la persona debe estar siempre adherida a la meta y usar la fuerza del Creador.

Todos los conflictos, argumentos, y tensiones pueden ser revelados entre los amigos en el grupo solamente con la condición de que luchen por la unidad, si hacen esfuerzos para juntarse. Sólo entonces verán que ellos se odian unos a otros y no tienen ningún deseo de volverse uno solo. Por lo tanto, deben traer al Creador al interior de esto para que Él pueda reformar este odio. Después de todo, es el Creador, quien muestra al hombre donde reside su mal. Este es el lugar donde Él no habita, el lugar sin Luz.

(37869 – De la lección del 2/25/11, Escritos de Rabásh)

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