El mundo de un alma

Dr. Michael LaitmanBaal HaSulam, “La paz”: Por lo tanto, en nuestro mundo, no hay nuevas almas de la manera en que los cuerpos son renovados, sino sólo una cierta cantidad de almas que encarnan en la rueda de transformación de la forma, porque cada vez se visten en un nuevo cuerpo y una nueva generación.

Por lo tanto, con respecto a las almas, todas las generaciones desde el principio de la Creación al final de la corrección son como una generación que ha extendido su vida por muchos miles de años, hasta que se desarrolló y se corrigió como debía ser.

Y el hecho de que mientras tanto cada uno ha cambiado su cuerpo varias miles de veces es completamente irrelevante, porque la esencia del yo del cuerpo, llamada el “alma”, no sufrió por todos esos cambios.

Pregunta: ¿Cómo es que la población en la tierra sigue creciendo si el número de almas que reencarnan de una generación a la siguiente es fijo?

Respuesta: Las almas están divididas de acuerdo al número de cuerpos. Básicamente existe un alma que está dividida en muchas partes, pero esta división no existe realmente y sólo la percibimos de esa manera.

En realidad, la reencarnación es un cambio de forma del deseo de recibir. Existen muchas de esas reencarnaciones en cada momento.

Existe sólo un alma, la cual aparenta estar rota. Vemos que está dispersa en diferentes cuerpos y dividida en siete mil millones de personas y aparte hay también animales, plantas, y rocas inanimadas. El mundo entero es parte del deseo de recibir que pasa por cambios o reencarnaciones en su deseo.

Un cabalista escribe acerca de las reencarnaciones del deseo corregido que está equipado con un Masaj (pantalla) anti-egoísta.

Pregunta: ¿Entonces cuál es el significado del mundo corporal que vemos, un mundo que cambia con el tiempo?

Respuesta: El significado de este mundo es usarlo correctamente para ascender al nivel espiritual, es decir, añadir la esencia espiritual a la imagen corporal que vemos. Mediante eso santificamos este mundo y este se vuelve espiritual.

Descubrimos las conexiones entre todas las partes de la creación: la naturaleza inanimada, vegetativa, y animada, y lo más importante, la naturaleza hablante que están cada vez más conectados por lazos de amor y apoyo mutuo hasta que llegamos a la imagen de una realidad plena.
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De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá,  21/may/15 Escritos de Baal HaSulam

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