Recibí una pregunta de mi estudiante: ¿Es bueno o malo utilizar nuestra fantasía en el trabajo interior?
Mi respuesta: Si usted estudia únicamente los libros de Baal HaSulam y está intentando dejar atrás todos sus antiguos prejuicios y estereotipos, entonces gradualmente se «curará» de todas sus fantasías. Nuestra tarea en la Cabalá es empezar a sentir una nueva realidad, que no es una fantasía. Usted llegará a sentir un mundo adicional que es similar a como usted siente este mundo, pero usted no tiene que imaginarlo.
Ahora mismo usted no siente el mundo espiritual. Aunque las personas le hablen de ello usted no lo discierne. Sin embargo, usted espera sentirlo y aspira hacia ello realizando diversas acciones y ejercicios para lograrlo. En virtud a estos esfuerzos que realiza y su práctica, en algún momento empezará a sentir la espiritualidad, aunque al principio no haya tenido ninguna habilidad para hacerlo.
Lo mismo ocurre siempre con todo lo que hacemos en este mundo. Si seriamente nos dedicamos a algo, empezamos a percibirlo y entenderlo. ¿De dónde proviene esta sensación y entendimiento? Llega del sistema general del que todos formamos parte, en donde cada uno de nosotros está conectado con todos. Sencillamente nos olvidamos que nos encontramos dentro de este sistema. Por ejemplo, si yo no siento o entiendo nada sobre plantas pero empiezo a estudiar jardinería y empiezo a cuidar de las flores entonces gradualmente empezaré a sentirlas, recibir impresiones de ellas y se establecerá una conexión.
¿De dónde viene esta conexión? De nuestra conexión con todas las partes de la realidad que ya existe. Ahora, cuando hacemos algunos ejercicios, simplemente despertamos la conexión que ya está allí, pero no estamos creando nada nuevo. Únicamente discernimos este sistema en virtud de nuestros esfuerzos y deseos.
Lo mismo ocurre con el mundo espiritual. Ya nos encontramos en el Mundo del Infinito, pero revelamos este sistema en virtud de los esfuerzos que realizamos, estudiando el Mundo Superior e intentando revelarlo junto con los demás. Revelamos algo que ya se encuentra allí. Así es que no existe nada en el mundo que podamos señalar y preguntar: ¿De dónde salió esto? ¿Es una fantasía? Nada es una fantasía. Todo lo que tenemos que hacer es practicar con el fin de despertar nuestra sensibilidad a algo que ya existe.