El peor de los grados

thumbs_Laitman_155Baal HaSulam, «Un mandamiento»: Los 613 nombres que se consideran el Santo Nombre, se refieren a la Providence Privada para todo aquel que se acerca a la recepción de la Abundancia Divina. Uno debe experimentar todo este orden sin perder ninguno. Por lo tanto, la totalidad lo anhelan con el corazón y el alma, para mantenerlos hasta sus ramas corporales, como está escrito, «en todo lugar donde yo hiciere que Mi nombre sea mencionado, Yo vendré a ustedes y los bendeciré».

«Los 613 mandamientos» son la esencia de la corrección de las vasijas, deseos, a fin de obtener las 613 Luces con la intención de otorgar.

En general, el deseo creado para disfrutar está dividido en 613 partes. Al realizarlas adecuadamente, nosotros nos corregimos y llenamos estas partes hasta reunirlas en un todo.

Pueden decirlo de otra manera: Maljut del mundo del Infinito, la única creación, está dividida a fin de corregir las 613 partes, y gradualmente, desde las fáciles a las difíciles, las corregimos y las llenarlos hasta alcanzar la vasija común, que recibe completamente en aras del otorgamiento. Por lo tanto revelaremos la «Torá», la Luz general, que ha corregido y llenado la vasija.

Así, la obligación de observar la Torá y los mandamientos es el deber de llegar a la corrección final completa. Al final, este mundo también se elevará al mundo del infinito. No quedará nada en lo peor de los grados.

Pregunta: Baal HaSulam dice aquí: «descendiendo hasta sus ramas corporales» ¿Significa esto que la realización física de los mandamientos también es buena si yo le añado la intención correcta?

Respuesta: Lo «corporal» en la Cabalá es llamado la intención egoísta en aras de recibir, y lo «espiritual» es la intención altruista de otorgar.

Por supuesto, yo no niego la realización física de los mandamientos, si se trata de una adición y no como lo principal.

En efecto, las acciones «personales» reciben el apoyo y la aprobación del entorno, y yo también siento que he hecho algo. Y es por eso que estoy dispuesto a realizarlas. Éstas son visibles, pueden contarse, mientras que, las acciones espirituales no son contables desde el costado, no son visibles para los demás. La misma persona no está segura si tuvo éxito o no porque ante sus ojos todo cambia a cada segundo.

Entonces, la pregunta es: ¿una adición física fortalece la esencia espiritual? Si no es así, entonces tenemos un problema. Después de todo, podemos ver que desde la época de Rabí Akiva, quien instó a sus discípulos a amar al prójimo como a sí mismos, el núcleo espiritual se había perdido, y esta devastación continúa hasta nuestros días. Además, ésta no es causada por el hecho de que no observemos «físicamente» los mandamientos, sino por el hecho de que no los realizamos espiritualmente. Eso es el exilio.

Repito: De ninguna manera estoy en contra de las acciones físicas. Éstas deben llevarse a cabo porque todos los mandamientos «corpóreos» son una proyección de sus prototipos espirituales que representan las correcciones reales de los deseos. Sin embargo, hay que tener lo corporal como una proyección, como un recordatorio de la espiritualidad, entonces, por supuesto, vale la pena. Si ustedes pueden combinar una cosa con la otra, por favor hágalo, es aún mejor. Pero no hay coerción en esto.

En resumen, lo más importante aquí es la actitud. El problema es que durante dos mil años las personas se han desconectado de la base espiritual, de la intención, y ahora es difícil volver a esta.

(117759 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 27/9/13, Escritos de Baal HaSulam)

 

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