El tercer exilio de la espiritualidad

Mientras trabajaban sobre sí mismos en el nivel del Segundo Templo, el pueblo de Israel trató de hacer todo lo posible para permanecer en él, pero el egoísmo creció porque el ego que contenía a toda la humanidad no fue corregido ya que la humanidad aún se desarrollaba egoístamente.

 

Por lo tanto, el egoísmo en desarrollo afectó a los judíos, y no pudieron permanecer en el mismo nivel de interacción benevolente con los demás. Su condición está representada por las guerras con los romanos y los griegos, pero en realidad se trataba de guerras internas del pueblo de Israel.

 

La caída se produjo bajo la influencia de los deseos egoístas: los griegos (en ideología) y los romanos (en acción). Por supuesto, no se trata de los griegos y los romanos porque estamos hablando sólo de los estados internos del mismo grupo de Abraham.

 

Con el tiempo cayeron del nivel del Segundo Templo: «No hagas al otro lo que te es odioso», se desconectaron completamente de cualquier tipo de acciones mutuas, y se volvieron como la gente común. Esto significa que fueron capturados no por los egipcios o los babilonios, sino por la humanidad en general, que estaba desconectada de todas las categorías espirituales.

 

Esta es la siguiente etapa, la más difícil: el tercer exilio de la espiritualidad. Los judíos entraron en ella gradualmente y perdieron su grado anterior. Esto continuó durante muchos años y terminó en el siglo XVI en la época de Ari.

¿De qué depende?   El tercer Templo es eterno

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