Elevándonos por encima de la realidad corporal

Pregunta: Todos aquellos que no pudimos asistir a la convención estamos tratando de unirnos de manera virtual. ¿Cómo podemos asegurarnos de que estamos haciendo todo lo posible para apoyar a nuestros amigos en la convención y en todo el mundo? ¿Cuál es la forma más eficaz de realizar una convención de espejo de tal manera que podamos compartir la fortaleza de nuestra aspiración mutua por revelar al Creador?

Respuesta: Cada persona existe en separación de los demás, dentro de su punto negro individual. Este es el estado de todas las personas en el mundo. Si queremos unirnos, ampliamos este punto y creamos una vasija espiritual por encima de nosotros mismos. No hay cuerpos físicos ahí, nosotros sólo existimos en nuestros pensamientos, deseos y aspiraciones hacia la unidad.

En tal estado, nuestro mundo deja de existir. Es como si estuviéramos suspendidos en el aire y nuestra ubicación física se volviera irrelevante. No importa si te encuentras en Israel o en Río de Janeiro porque el estado espiritual no es afectado por la distancia física.

Los conceptos de tiempo, espacio y movimiento pierden su significado. Por ejemplo, mientras que leemos los artículos de Shamati, ustedes pueden sentir a Baal HaSulam o a Rabash porque Rabash los escribió a partir de las palabras de Baal HaSulam. Si ustedes leen las obras del Arí, pueden sentirlo o pueden sentir al grupo de Rabí Shimón mientras leen El Zóhar. No hay tiempo en la espiritualidad. Allí ustedes salen del confinamiento de su punto negro.

Es por eso que debemos entender que todos nuestros amigos en este mundo, los cuales ocupan un solo punto de la realidad, son capaces de elevarse por encima de su estado actual y de unirse unos con otros. Espero que llegue el tiempo en el que no necesitemos estos grandes encuentros. Aún podemos organizar estos eventos para los recién llegados, pero para nosotros, la ubicación física no importa porque cada uno de nosotros estará conectado a la plataforma espiritual, a la vasija espiritual. Estaremos conectados con todos, independientemente de que esa persona esté viva o muerta.

Tiempo, movimiento y espacio no van a limitarnos, porque no existen en la vasija espiritual. Sólo tenemos que elevarnos a nuestro primer nivel espiritual. Esta es la meta de nuestra conexión, que por el momento es física. Este debe elevarnos, y por lo tanto no debemos prestar atención a los cuerpos, sino elevarnos por encima de ellos.

(62562– De la lección de preparación, Convención mundial Arvut del 2011)

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