Yendo de un punto a un círculo

Pregunta: Si la espiritualidad no se le reveló a mi «yo», ¿cómo puedo exigir algo en la convención? ¿Cómo puedo exigir que el Creador me cambie si, en principio, el «yo» no existe?

Respuesta: Tú trabajas por tu cuenta hasta que te unes con tus amigos: participas en la vida del grupo, en la unidad, y la difusión. Por otro lado, la vasija espiritual que crearemos será una vasija común. Yo sólo puedo experimentar certeza y sensaciones espirituales cuando estoy en adhesión con los demás. Sólo puedo descubrir el llenado de las vasijas de otorgamiento junto con mi vecino, sólo unidos.

De esta manera yo hago acciones individuales que me elevan hacia la unidad. Y en la convención, no veo a nadie por separado: En vez de ver las caras de mis amigos quiero ver un solo deseo. Juntos podemos crear algo unificado por encima de nosotros, una «vasija espiritual», en la cual queremos mostrar la fuerza superior.

Pregunta: Si yo experimento algo similar en la final de la convención, ¿cómo puedo estar seguro de que realmente he alcanzado la meta?

Respuesta: Esto se manifiesta como un hecho: Ya sea que sepas o que no. Esto se debe a que nosotros alcanzamos el mundo espiritual en las sensaciones actuales.

El alcance espiritual es un billón de veces más alto y más fuerte que tu percepción actual. Ahora mismo está limitado por un punto negro central de todos los mundos, en el que no tenemos rasgos espirituales. No sabemos la causa ni sus consecuencias, no sabemos de dónde vienen nuestras sensaciones ni cómo cambiar nuestros deseos. ¿Por qué difiere cada momento de mi vida de los momentos previos? Esto es desconocido para mí. Las sensaciones cambian, los pensamientos saltan, los deseos alternan, descubro los factores de influencia, y no tengo ningún conocimiento acerca de este proceso ni de los resultados de mis estados. Yo existo en un punto negro.

Sólo después de entrar en el nivel espiritual, de elevarme por encima de mi punto, y de expandir el círculo de mi percepción, sólo entonces, comienzo a percibir la causa de todas las cosas que me pasan. Entiendo cómo debo actuar, veo y alcanzo, sé que yo existo en un estado compartido con todo el mundo. Entonces, ¿cómo lo fortalezco? ¿Cómo puedo fortalecer la relación entre nosotros? Después de todo, su fuerza determina la fuerza de mi percepción de vida, la fuerza de mi certeza, comprensión y alcance.

Es de esta manera que yo comienzo a ascender cada vez más. Cuando entro en la noción de «nosotros», cuando yo me sumerjo en nuestro deseo y sensación comunes, en el pensamiento común, dejo de percibir la vida material hasta el punto de que la muerte de mi carne, no me parece mi propia muerte. Sólo el cuerpo muere porque este sólo permanece en un punto central de todos los mundos, el más negro y oscuro, mientras que yo ya me he elevado por lo menos al círculo siguiente.

(62565- De la lección de preparación, Convención mundial Arvut del 2011)

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