“GFCA 2018”

De mi página de Facebook Michael Laitman 21/mar/18

Primera conferencia, segunda conferencia, tercera conferencia… El Foro Global para combatir el Antisemitismo se reunió hoy en Jerusalén por sexta vez. ¿Cuántas más conferencias, convenciones, foros y reuniones necesitaremos para solucionar el implacable fenómeno global del antisemitismo?

Asistieron el presidente búlgaro Rumen Radev; la ex Directora General de la UNESCO, Irina Bokova; la jefa del Centro de Estudio del Antisemitismo del Museo del Patrimonio Judío, Abe Foxman, y muchos otros que lideran la lucha contra el antisemitismo. Ninguno de ellos tiene una solución brillante que ofrecer. “El Antisemitismo está en una preocupante tendencia en alza”, dijeron todos en sus propias palabras.

Hubo recomendaciones sobre legislación, debates posteriores y llamadas a apoyar a organizaciones activas, pero no se escuchó una solución auténtica, revolucionaria. Al menos no a oídos de mis estudiantes que participaron los tres días de conferencia en el Centro Internacional de Convenciones de Jerusalén. Vieron representantes de varias organizaciones hablando sobre cuánto hacen contra el antisemitismo; éstas se manifiestan contra el odio, hablan en conferencias, construyen coaliciones y entran en guerras de Twitter con antisemitas.

El problema está en su enfoque. Cada organización muestra con orgullo su trabajo y justifica lo que está haciendo, aún después de innumerables esfuerzos, “el Antisemitismo está en una preocupante tendencia en alza”.

Hasta que nos volvamos receptivos a escuchar acerca la raíz de este implacable fenómeno, nos encontraremos reunidos una y otra vez y mirando dolorosamente los nefastos resultados.

Sin embargo, el camino hacia la solución ya fue pavimentado desde tiempo inmemorial. El Antisemitismo es solo un resultado que vemos en la superficie. La razón es más profunda.

La humanidad necesita un mecanismo unificador, un modo de sentir la conexión natural que une a todos los seres humanos, un vínculo que nos conducirá a una vida en paz. Los judíos tienen el método. Lo llevan con ellos. Ellos fueron fundados en base a este método de la conexión humana. Abraham -el padre de la nación-, reunió a su alrededor a representantes de varios grupos, tribus y clanes que vivían en la antigua Babilonia y fundó un grupo que vivía según el principio de “Ama a tu prójimo como a ti mismo”; unidad por encima de todas las diferencias.

Con el tiempo, este grupo se convirtió en un pueblo. Pero más tarde, perdió el amor fraternal y cayó en el odio infundado y fue entonces cuando nació el antisemitismo.

El antisemitismo es la expresión de una arraigada petición que reside en los corazones de las naciones del mundo. Una esperanza de aquel mismo grupo, los judíos del mundo, para que una vez más proporcionen el modelo de una sociedad unida, para recrear su antigua sociedad. Cuando celebremos una convención que se dirija a hacer justamente eso, podremos esperar ver resultados diferentes.

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