Recibí una pregunta: ¿Cómo se definiría el nivel (de consumo) necesario para la existencia en una sociedad corregida como la que describe Baal HaSulam? ¿Sería una decisión individual, o las personas al frente del gobierno de la sociedad establecerían una norma común para todos?
Mi respuesta: Aparentemente se fundará un organismo de gobierno mundial, ya que como está dicho, «Una ciudad capital no puede estar sin un gobernante». Éste deberá ser un gobierno de sabios que habrán alcanzado el Mundo Superior, esto es, nuestro siguiente estado (futuro). En vista de que ellos habrán alcanzado nuestro futuro hoy, tendrán la capacidad de gobernar a toda la humanidad sin cometer errores.
Cuando hablo de «gobernar» me refiero a «educar», o precisamente a enseñar al hombre a transformarse para ser semejante a los atributos de la Naturaleza (el Creador), que son el otorgamiento y el amor. En la medida de esta semejanza, sentiremos que nos volvemos perfectos, eternos y plenos. Pero, todos tendrán que hacer el cambio dentro de sí mismos, por su cuenta, voluntaria e independientemente.
Por lo tanto, cualquier gobierno deberá implementarse a través de la educación. Cuando hablamos del libre albedrío de una persona para transformarse, para volverse semejante al Creador, nos referimos a que el ambiente (la sociedad y el gobierno) tiene que ayudar a todos y a cada uno a darse cuenta que es necesario corregirse individualmente y que la única forma de cambiar su vida en esta tierra y su existencia eterna es corregirse por sí mismo. La dirección de miles de millones de personas en el planeta por un gobierno espiritual consistirá en educar y dar la oportunidad a todos de cambiar a nivel personal.
La educación es el único medio que tiene un gobierno. Todos los otros caminos se basan en la supresión de la libertad, manifestada como el fracaso del sistema y el daño a sus ciudadanos. Por eso es que la formación y educación apropiada deben iniciarse desde los primeros días en que una persona llega al mundo, apoyándose con un contenido completo disponible en todas las instituciones sociales y educativas.
En otras palabras, la educación debe llevar a un hombre a un estado en el que al experimentar los golpes y las reacciones negativas de la sociedad, revele estas reacciones dentro de sí, cambiando y alcanzado un estado más corregido.
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