Historia de la humanidad – un vistazo al interior, parte 1

Dr. Michael LaitmanPregunta: Usted afirma que la solución a todos los problemas está en nuestra unidad. Soy historiador y he estudiado la historia de la destrucción del primer y segundo Templos. El primer Templo fue construido por el rey Salomón, y no estoy seguro de que hubiera unidad en el pueblo de Israel en esa época.

Tampoco parece que el pueblo supiera qué era la unidad durante la construcción del segundo Templo y más adelante, durante el periodo de Herodes. De cualquier manera, si por “Templo” queremos decir conexión interna y no un concepto material, ¿por qué guardamos duelo por la destrucción del Templo en el nueve de Av?

Respuesta: Existe una diferencia entre la manera en que los historiadores y los cabalistas estudian la historia. Los historiadores estudian eventos en la forma en la cual son vistos por nosotros, con base en hechos visibles. La causa para todos los eventos también se deriva del análisis de lo que han visto. Por lo tanto, concluyen que hubo peleas y disputas entre el pueblo de Israel y que los clanes pelearon unos con otros.

La humanidad trabaja con los medios que tiene disponibles y, con su ayuda, trata de entender los procesos por los que pasamos. Por lo tanto, los historiadores le atribuyen a lo que sucedió diferentes razones: económicas, personales y eventos al azar.

Per el estudio de la sabiduría de la Cabalá comienza desde una raíz completamente diferente. La Cabalá dice que la causa raíz de todo en nuestro mundo es la fuerza de la naturaleza, la cual tiene un programa. Bajo este programa, fuerza de la naturaleza, que puede ser llamada fuerza superior o, Creador, nuestra realidad se despliega.

Los cabalistas estudian las acciones de esta fuerza superior, tratan de entenderla y comprobar el evento que ha ocurrido a partir de sus acciones, en lugar de estudiar eventos en relación a la percepción subjetiva de una persona, la cual depende de su desarrollo y su habilidad para comprender los eventos y sus causas, de la manera en que lo hacen los historiadores.

Una persona ve un espectáculo desplegándose en nuestro mundo: Herodes, el faraón, Moisés, Salomón y Nabucodonosor. Pero son sólo marionetas en un escenario ¿Podemos ver la mano de la naturaleza que actúa dentro de los muñecos y los mueve en el escenario?

Esto es de lo que se ocupa la sabiduría de la Cabalá. Explica que la creación tiene un principio y un final. La fuerza superior de la naturaleza lleva a todas las criaturas desde el principio de la creación hasta su final, de manera que eventualmente logren el mismo nivel de desarrollo y las mismas habilidades de la fuerza de la naturaleza misma.

Nuestro deseo de disfrutar, que es opuesto a la fuerza de la naturaleza, al deseo de otorgar, debe desarrollarse y llegar a su peor forma, opuesta al Creador y posicionada en contra de Él. Entonces, debe aparecer una criatura especial, la cual tendrá en sí misma y simultáneamente, el deseo de disfrutar y el deseo de otorgar. Será llamada Adam, hombre, porque será capaz de llegar a ser semejante (Edomé) al Creador.

A una persona se le dan condiciones en las cuales puede crecer. Debe incluir dentro de sí, al mismo tiempo, cualidades 100% opuestas al Creador y cualidades 100% similares al Creador. De esta manera, la persona puede llegar a ser una criatura perfecta, independiente, debido, al mismo tiempo, a su oposición al Creador y equivalencia con Él. Este es el desarrollo que el Creador planeó para la creación.
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De la primera parte de la lección diaria de Cabalá 12/ago/16, Escritos de Rabash

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