Impulsado por el Sufrimiento, la Curiosidad, o el Punto en el Corazón.

Lo único que se nos pide es adherirnos al Creador. Eso es por qué todo los que nos sucede está dispuesto de modo que nos obligue a volvernos a El, a sentir ahora la necesidad de Él , mientras nosotros no estemos en la cualidad del otorgamiento.

Una persona vive totalmente ligada y entrelazada a esta vida. Y toda esta confusión, problemas en la vida, su orden y desorden lo empujan gradualmente a un estado donde él ve que él es incapaz de hacer frente a todo en esta vida. El no puede entenderlo, sentir  su propósito y razón y llegar a su raíz. Y después él siente que debe encontrar la raíz de la vida, aquel que sostiene esta vida, para revelarlo y conocerlo.

Los sufrimientos, la curiosidad, aún el punto en el corazón oculto dentro de una persona sufriendo debido a la falta de adhesión con algo superior, o algo más, lleva gradualmente a una persona a comprender que él no puede exigir por más tiempo el modo como él maneja su vida, como un soberano Faraón que dice: “Quién es el Creador que yo debo escucharlo? Yo soy aquí el único soberano!”.

De esta manera es como nuestro ego piensa, hasta conseguir que los golpes me hagan ver que el Creador es el justo y yo soy el  malvado. Y luego una persona entiende que el debe revelar al Creador.

Aún cuando una persona se embarca en este camino y hace los primeros pasos, encontrándose en un grupo y comenzando a estudiar Cabalá transcurre mucho tiempo antes que el comience a darse cuenta que el está en  un sistema cerrado, completamente determinista donde todo está ya predeterminado. Este sistema no acepta ninguna libertad de movimientos u oportunidades en ninguna de sus partes, todavía vegetativos, animados o humanos. Todos ellos existen de acuerdo a la ley perfecta que propugna la creación entera a un estado donde todos sus elementos alcanzan la adhesión con la raíz superior.

Esta adhesión es realizada por el nivel humano, el elemento más alto de este sistema, el cual incluye todos los pasos anteriores. Pero este no sucede debido a sus propios esfuerzos. El necesita pedirle al Creador para llevar a cabo todas las acciones.

(49430 – De la 1ra. Parte de la Lección de Cabalá del 27/07/2011, Shamati #50)

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