La benevolencia bajo los rayos X

LaitmanPregunta: El día de la expiación (Yom Kippur) es el día más importante del año para el pueblo de Israel. ¿Cuál es el significado espiritual de este día tan especial? ¿Cómo debemos relacionarnos con él para corresponder a sus raíces espirituales y transferir nuestra vida a un nuevo grado?

Respuesta: El día de la expiación (Yom Kippur) no es simplemente una tradición. Este refleja un estado espiritual especial en el desarrollo de la persona. No debemos mirar este día por separado, sino como parte de ciclo de todo el año.

Tras la finalización de un año, que es un ciclo de cambios internos, evaluamos todo lo que hemos atravesado, lo cual es llamado «arrepentimiento». Por lo tanto decidimos que es necesario elevarnos a un nuevo nivel, comenzar el nuevo año (Rosh HaShaná), cruzar a un nuevo estado, que sea mayor, más puro, más exaltado. Entonces nosotros coronamos al Creador, a la fuerza de otorgamiento y amor, estableciéndolo a Él para que reine sobre nosotros como la propiedad más sublime.

Esto ocurre cuando empezamos a juzgarnos a nosotros mismos: ¿estamos realmente en la propiedad de otorgamiento? Todas nuestras propiedades se dividen en diez partes, diez Sefirot. Y estamos aclarando qué deseos dentro de esas diez partes pueden corregirse, y cuáles no.

En esencia, el alma de la persona necesita ser corregida. Y un alma son todos nuestros deseos que todavía son corruptos y necesitan corrección.

Pregunta: ¿Qué debe corregirse exactamente: las acciones de uno o el alma?

Respuesta: En nuestro mundo, las acciones se llevan a cabo con las manos y los pies, o por medio de palabras. Pero la sabiduría de la Cabalá explica que lo más importante es la intención corregida, que es el verdadero deseo de la persona.

Las acciones por sí solas no son suficientes, porque yo puedo realizarlas simplemente por costumbre. Entonces, en realidad es más difícil para mí no hacerlas que hacerlas. Y estas pueden ser acciones que de otra manera nunca habría hecho en mi vida a las cuales no estaba acostumbrado desde la infancia.

En este caso, ya no se trata de cumplir un mandamiento, sino de tradiciones inculcadas desde la infancia que se realizan de forma automática. Para alguien podría ser difícil llevarlas a cabo, pero para otra persona, podría ser difícil no hacerlas.

Es por esto que no estamos hablando de una acción, sino más bien de una intención. Una acción, después de todo, no es un cambio: Puesto que hemos venido haciéndolo, entonces seguiremos haciéndolo. Pero en la intención, en la actitud de una persona hacia la acción realizada, siempre hay cambios.

La clave es la actitud de la persona con quienes la rodean. Después de todo, el amor al prójimo como a uno mismo es la gran ley de la Torá. Este es el punto de vista desde el que tengo que revisarme yo mí mismo con el fin de ver en qué medida soy capaz de amar a mi prójimo.

La fuerza superior es una fuerza de otorgamiento y amor, y nuestra meta es volvernos como ella. Es por esto que necesitamos alcanzar el grado de hombre, Adam, que significa similar (Domé) al Creador. Pero ¿cómo podemos revisar esto? ¿Dónde está ese médico que me tomará una radiografía y me dirá exactamente cuán similar soy al Creador?

Tal médico no existe, así que la persona necesita revisarse por su cuenta. Este tipo de máquina de rayos X requiere de una Luz especial que nos revisa. Esta Luz es llamada la Luz que Reforma.

Si estoy estudiando la verdadera Torá, es decir la sabiduría de la Cabalá, entonces, gracias a ella, empiezo a ver la verdad. Veo cuán egoísta soy, qué es exactamente lo malo que hay en mí, y qué hay que corregir, como si yo me tomara una radiografía de mí mismo.

Esto sólo es visible para mí y los demás pueden no notarlo. Y después de haberme visto en la imagen de rayos X, se me hace claro qué hay que corregir. La Torá ordena esta imagen en la que yo sólo veo las intenciones, y sólo hasta el nivel de la profundidad en el que soy capaz de corregir. Todo lo demás no lo veo, y puede quedar para el próximo año.

Inmediatamente después del inicio del nuevo año, me encuentro en estas sesiones de rayos X, llamadas los diez días de arrepentimiento. Yo irradio mi corazón y aclaro mis intenciones con respecto a los que me rodean en cada acción, y regreso a estas imágenes.

La Cabalá explica que Maljut asciende a Bina y ella misma se compara con esta. Maljut es nuestro deseo egoísta que se eleva a Bina, al deseo de otorgamiento, aclarando la medida en que se diferencia de ella, cuán lejos estamos de cuidar de nuestros vecinos, de las buenas relaciones, y cuánto pensamos únicamente en nuestro propio beneficio.

Pregunta: ¿Qué se nos muestra en estas imágenes de rayos X?

Respuesta: Esta imagen es en blanco y negro. Les muestra la cantidad de blanco que hay en ustedes, es decir, las intenciones para el beneficio de su prójimo. Y los puntos de color negro a las intenciones para su propio beneficio, lo que puede corregirse.

Por lo tanto, se nos revela la envergadura de nuestro trabajo. Este es un trabajo personal que está almacenado para cada uno de nosotros, pero está dirigido a la comunalidad, al otorgamiento a todos, y a través de ellos, al Creador, que es del amor de los seres creados, al amor del Creador. El Creador es una fuerza que nos integra a todos juntos, y no es algo que exista por fuera. Está escrito: «El Creador habita entre su pueblo».

De tal forma que, si me esfuerzo por unirme con todos y quiero convertirme en un todo con ellos, entonces yo revelo el sistema integral global que generaliza nuestra unidad, llamada el Creador. Esta es la forma en que éste se revela en nuestra percepción.

Por lo tanto, durante Yom Kippur tenemos que esforzarnos por amar a nuestro prójimo tanto como sea posible y aún más, e incluso más allá del pueblo de Israel, que esto se extienda a toda la humanidad. Esta es la razón por la cual durante Yom Kippur se acostumbra a leer la historia del profeta Jonás, a quien el Creador le dio instrucciones para que se dirigiera hacia la ciudad de Nínive, que simboliza el mundo, hacia la corrección.

(144598)
Del programa de televisión «Una nueva vida» #438 del 9/30/2014

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *