La ciencia del nuevo mundo

vision[1]La verdadera realidad sólo se puede ver a través del atributo de otorgamiento, que está en contradicción con mi cualidad egoísta. Ésta proyecta una imagen incorrecta del mundo, con hechos y metas falsas totalmente opuestas a la verdad. De esta forma, pronto descubriremos cuan equivocadas están todas nuestras ciencias, pues ellas van a perder su fundamento quedándose suspendidas en el aire.

En la actualidad, nos parece que la ciencia nos ofrece certezas incuestionables en las que se puede confiar. Pero esto es cierto solo mientras nos encontramos en el atributo egoísta del mundo.

Sin embargo, en cuanto empecemos a ascender por encima de este mundo, descubriremos que todas las leyes anteriores ya no funcionan más. Porque todo lo que nuestra razón ha descubierto hasta el día de hoy, no son sino leyes del comportamiento de nuestro deseo egoísta. Si el deseo cambia hacia el otorgamiento, las leyes también cambiarán, y también lo hará la ciencia. Veremos que las leyes ya no funcionarán, y el vinagre empezará a arder para nuestro asombro como el alcohol. (Está dicho en el  Talmud: “Quien mando al aceite que arda, mandará al vinagre que arda”).

 Por supuesto estos cambios no serán críticos, porque nuestro mundo existirá hasta el final de la corrección. Pero en complemento con él se descubrirán los deseos altruistas y en ellos, nuevos acontecimientos relacionados.

 Pero ¿cómo hemos creado la ciencia? En nuestro deseo, en nosotros mismos. Fijando correspondencias entre los deseos egoístas y los sucesos en cada nivel de nuestros mundos: inanimado, vegetal, animal y hablante.

 En tales observaciones se basa toda la ciencia. Por ejemplo en la mecánica, tomo el deseo egoísta del nivel inanimado y mido que acciones corresponden a determinados deseos. En realidad son la misma luz y el Kli que interaccionan entre ellos.

 Estas observaciones se producen similarmente en el nivel inanimado, vegetativo, animado de la naturaleza. Así nace la ciencia. ¡Porque el que investiga todo esto es el hombre!

 Al encontramos en nuestra naturaleza egoísta en el nivel inanimado, el más bajo nivel del deseo, investigamos dentro de él. Pero si añadimos los niveles más altos que pertenecen al deseo de otorgar, entonces cambiará nuestra percepción de las leyes de la naturaleza.

 Descubriremos nuevos sucesos en ella y nos parecerá que está cambiando. Pero en realidad lo único que cambia es nuestro deseo y por esto en el comenzaremos a percibir otros acontecimientos.

 (Extracto de la primera parte de la lección diaria de Cabalá)

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