Recibí una pregunta: He estado estudiando con usted hace cuatro años y disemino la Cabalá por Internet. Pero, hay una pregunta que me está molestando desde hace un rato. Muchos de los sitios con los que me conecto no quieren escuchar nada sobre la Cabalá y dice cosas muy desagradables de usted y de mí. No comprenden de qué crisis estamos hablando. Después de leer estos comentarios sobre nosotros, me siento vacío y pierdo el deseo de diseminar. ¿Qué debo hacer?
Mi respuesta: Tiene usted suerte de estar viviendo en una generación en la que se permite diseminar la Cabalá. ¡Imagine nada más cómo se sentían los cabalistas de antaño! Debería usted leer sobre ellos. La forma en que fueron golpeados (física y de otras maneras) por su propia gente.
Debe usted comprender el nivel del desarrollo de sus oponentes y esperar pacientemente para que ellos maduren. (Ma Laasot Im Yeladim She Hizkinu – ¿Qué puedo hacer con mis hijos que se han hecho viejos y siguen siendo niños?) Sin embargo, en nuestra época la crisis va a golpear a todos y va a forzarlos a volverse juiciosos y aceptar la Cabalá como el medio de salvación. Sencillamente no saben lo que es la Cabalá porque se les ha asustado y desilusionado. Déles tiempo para sufrir y reflexionar las cosas.
En cuanto en dónde hallar la fortaleza emocional, lea lo que los cabalistas escriben sobre la necesidad de diseminar la Cabalá. Personalmente, me digo a mi mismo que tengo que seguir sus instrucciones y esto me libera de algunos pensamientos como por ejemplo, «¿Será esto verdaderamente necesario?» Aunque lo único que reciba a cambio sean problemas… ¡La Meta obliga a la persona! Durante siglos los cabalistas soñaron con la oportunidad de diseminar y a nosotros se nos ha entregado esa oportunidad. ¿Siquiera tendríamos que pedir algo a cambio?
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Solo las personas con un punto en el corazón pueden sentir que la Cabalá es la salvación