La multitud por dentro

«Una lucha de ideas ocurre dentro de tu cabeza.» Solucionar los problemas reuniendo varias cabezas para esa tarea no es más que cosa de sentido común. Pero el fenómeno va más allá. A dos personas hágales una pregunta como: «¿Cuantas ventanas tiene un autobús de doble piso en Londres?» y promedie sus respuestas. Sus cálculos combinados serán más precisos que si le pregunta a una sola persona. Haga la pregunta a una multitud, en lugar de a dos, y el promedio que obtendrá estará mucho más cercano a la realidad. Al fenómeno se le conoce como «la sabiduría de las multitudes» como dice James Surowiecki, un columnista del New Yorker, quien escribió un libro sobre el tema.
Ahora un par de psicólogos han descubierto un corolario muy enigmático. Ellos encontraron que dos cálculos hechos por la misma persona en diferente momento son también mejores que uno. Esto es muy extraño. Hasta ahora, los psicólogos habían dado por sentado que cuando las personas hacen un cálculo, lo hacen lo mejor que pueden. Pídales que adivinen por segunda vez y por definición deberían ser menos precisos. Si esto fuera exacto, promediar el primero y el segundo cálculo debería disminuir la precisión. Sin embargo, Edgard Vul del Massachusetts Institute of Technology y Harold Pashler de la Universidad de California en San Diego, nos revelan en un estudio publicado por Psychological Science, que el promedio de la primera y segunda conjetura es ciertamente mejor que cualquier conjetura sola.

Los dos investigadores preguntaron a 428 personas ocho preguntas del CIA World Factbook (CIA, El libro los hechos a nivel mundial); por ejemplo: ¿Qué porcentaje de los aeropuertos mundiales se encuentran en los Estados Unidos? A la mitad de los participantes se les preguntó de improviso que hicieran un segundo cálculo diferente inmediatamente después de haber completado el cuestionario inicial. A la otra mitad se les pidió que hicieran el segundo cálculo tres semanas después.

El doctor Vul y el doctor Pashler descubrieron que en ambas circunstancias el promedio de los dos cálculos eran mejores que cualquier cálculo solo. También notaron que el intervalo entre la primera y la segunda conjetura determinó qué tan preciso era el cálculo. El segundo cálculo realizado inmediatamente después mejoró la precisión en un promedio de 6.5%; los que se hicieron tres semanas después mejoraron su precisión en un 16%.

Aún después de tres semanas, el resultado es aún sólo un tercio mejor que la sabiduría de diferentes personas. Pero el hecho que ocurra hace surgir interrogantes sobre la «individualidad» dentro de un individuo. ¿Si las conjeturas pueden cambiar al azar, de donde vienen?

Mi comentario: Todo llega desde el campo de información común: el alma común. Todos estamos conectados en un único sistema y no importa si nos damos cuenta o no. Por el momento, estamos en un estado inconsciente en relación a este sistema, un estado que en Cabalá se llama «durmiendo».

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