La naturaleza de los peldaños espirituales

Al principio de nuestro camino, en el curso de miles de años de acuerdo al tiempo de nuestro mundo corporal, hemos estado evolucionando influenciados por las Reshimót (genes espirituales), que se despiertan en nosotros y nos fuerzan a realizarlas.

En relación con la naturaleza, nos encontramos en un estado conocido como «este mundo» y debemos pasar a través de este grado. Con cada nueva encarnación, otro deseo de disfrutar, más grande, se despierta en nosotros, el cuál es una Reshimó exaltada, que se supone que debemos realizarla mientras intentamos llenarla al máximo.

Mientras todos los genes de información (Reshimót), que pertenecen a la parte del camino llamada «este mundo», expiran; nosotros empezamos a experimentar otro tipo de Reshimót. La primera de este tipo de Reshimó, es llamada «un punto en el corazón«.

En este punto, se supone que debemos realizar esta Reshimó basados en condiciones nuevas, en un nuevo modelo: no de acuerdo al deseo de disfrutar de este mundo, pero sí de acuerdo al deseo de otorgar que ahora se está despertando en la humanidad. De esta manera, nosotros avanzamos, siempre en contra de nuestro deseo de recibir, bajo la presión de los genes (Reshimót) que se despiertan en nosotros.

Una persona no puede hacer nada excepto lo que su alma demanda de él, puesto que sus Reshimót están pre-programados con todo lo que va a suceder. En cuanto a nosotros, somos solamente un deseo que es completamente gobernado por éstos genes (Reshimót), de forma similar a una computadora que es programada con programas y datos.

Pero la naturaleza de los pasos espirituales, permanece constante en nosotros. Nuestro deseo de recibir está dividido en 125 porciones o grados por los cuales ascendemos. Y  hasta que hayamos terminado de corregir cada porción precedente del deseo de recibir, habiendo hecho todas las transformaciones en cada grado, es imposible avanzar al próximo peldaño.

La naturaleza de los peldaños espirituales es una ley estricta, no existen trucos que nos ayuden a escapar y a escondernos de ella, o acortarlo perezosamente. Todo depende solamente de que tan ansiosos estemos de cumplir con sus condiciones.

(33258 – De la 4º parte  de la lección diaria de Cabalá del 01/20/2011, «La cualidad de la sabiduría oculta, en general»)

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