Ahora explicaremos el asunto del origen del alma. Se ha dicho que es una parte de Dios arriba. Preguntamos: «¿Cómo y en qué difiere la forma del alma de Su luz simple hasta separarla del Todo?». (Baal HaSulam, El Estudio de las Diez Sefirot, Parte 1, «Observación interna», Capítulo 3, Punto 15).
El alma es la parte de la luz superior que está en el deseo de una persona. Cuanto mayor es el deseo, más luz superior puede llenarlo, y viceversa.
La cualidad misma de la materia se llama deseo. Una reducción o expansión del deseo es una reducción o expansión del alma de una persona.
El alma es una parte del Creador desde arriba. Es decir, lo que llena el deseo o llena el alma viene del Creador y desciende de Él a una persona. Pero no más que eso.
Pregunta:
¿Acaso alma y deseo no son lo mismo?
Respuesta:
El alma consiste en el deseo y la luz que la llena.
Pregunta:
¿Significa que el alma es una sustancia que la persona no tiene? ¿Es necesario desarrollarla?
Respuesta:
No, el embrión del alma siempre está ahí, de lo contrario una persona no sería una persona. Todo quien existe tiene alguna parte del alma. Un objeto inanimado, vegetativo, animado o humano tiene alma.
Es decir, el Creador creó el deseo de recibir y colocó Su parte dentro de este deseo, que se llama alma.
Pregunta:
¿Resulta que el Creador creó algo que no existe en Él, y es el deseo de recibir?
Respuesta:
Sí, no hay deseo de recibir en el Creador. Pero en este deseo está la luz superior que emana del Creador.