La plegaria de dieciocho Sefirót

La verdadera oración es «la oración de dieciocho bendiciones». Son nueve Sefirót de la Luz directa y nueve Sefirót de la Luz reflejada no en Máljut, el deseo de recibir placer, sino en Iesód, que está por encima del deseo egoísta. De aquí se derivan 18 tipos de relaciones nuestras con el Creador: nueve de la Luz directa y nueve de la reflejada.

Utilizar Iesód en el lugar de Máljut, significa, actuar en el lado de la «misericordia», puesto que estamos buscando el atributo de otorgamiento, luchando por convertirnos en equivalentes con las «nueve primeras Sefirót» (Tet Rishonót), que descendieron desde el Creador al ser creado, Máljut, la decima Sefirá. Y nuestro único deseo es revelar estas nueve Sefirót, las propiedades del Creador, es decir, tomarlas, absorberlas y ser semejantes a ellas en nuestras nueve Sefirót de la Luz reflejada.

De esta manera, se forma una verdadera oración dentro de nosotros. Después de todo, debido a mi deseo de volverme equivalente con las primeras nueve Sefirót, empleo mis nueve Sefirót de la Luz reflejada y pido utilizarlas para que Máljut se vuelva totalmente idéntica a las nueve propiedades del Creador, quien las entra. Por lo tanto, mis nueve Sefirót de la Luz reflejada se vuelven la vasija (Kli) aceptando las nueve Sefirót de la Luz directa, y yo recibo la Luz en mi oración, ahí mismo.

Si sabemos cómo orar así, entonces empleamos la Luz superior de la manera correcta, al buscar como recibir de ella la misericordia y la fuerza de otorgamiento, y después, al vestirla en nuestra Luz reflejada de abajo hacia arriba. Por lo tanto, la oración será un acto que contiene absolutamente todo dentro de sí misma, revelando las primeras nueve Sefirót en Máljut, percibiéndolas como las nueve propiedades superiores en ella, y como el ascenso de la Luz reflejada desde Máljut, de abajo hacia arriba, que se convierte en «vestiduras» para la Luz directa, ya que es calculada y recibida en la Luz reflejada. Todo esto se logra a través de la oración de » dieciocho bendiciones». Por lo tanto, «la oración, de 18 Sefirót» es la oración fundamental en el trabajo espiritual.

Si «el ascenso de los mundos» ocurre durante el trabajo espiritual, estados tales como el «Sabbat» (sábado), un «festividad» especial, dan lugar a la «oración de 18 Sefirót» la cual es alterada por que una Luz más poderosa desciende desde Arriba, que hace el trabajo por debajo de ella en las nueve Sefirót de la Luz reflejada, cambiando a fin de contener toda la Luz que viene a nosotros durante las festividades. Esta es la forma en la que organizamos nuestro trabajo espiritual.

Es por esto que está escrito que «Todo es hecho por el poder de la oración» y «Contémplalo a Él día y noche», puesto que la oración es un acto que contiene todos los estados de la construcción del Partzúf espiritual: la entrada de la Luz superior, seguida por el cálculo en la cabeza del Partzúf, su interacción al golpear con la Luz (Zivúg de Hakaá Be Rosh), y la expansión de la Luz hacia abajo. Todo lo cual implica el proceso completo que atraviesa el Partzúf en su desarrollo: la concepción, la crianza, la madurez (Ibúr, Ieniká, Mójin). Todo esto está contenido en la oración de las 18: las nueve Sefirót de la Luz directa, que visten las nueve Sefirót de la Luz reflejada.

Y todo esto ocurre mientras mantengo la intención de ser transformado en vez de tratar de alterar la Luz superior, que está en reposo absoluto y siempre irradia en toda su plenitud en la medida infinita en la cabeza (Rosh) de cada grado espiritual. Una persona que apenas está comenzando su trabajo espiritual debe apartar tiempo para examinar su actitud ante la fuerza superior como inalterable, que llena toda la creación, lo que significa que no está sujeta a cambios.

Después de todo, el superior está totalmente abierto a nosotros e irradia toda su Luz, mientras que los cambios ocurren únicamente en el que recibe. Por lo tanto, mi oración no es una plegaria para que el superior cambie, sino más bien una búsqueda de los deseos correctos en mí que me ayudará a conectarme con la fuerza superior y nutrirme gradualmente yo al volverme idéntico a Él.

(42594 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 5/9/11, Shamati #113)

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