Cuando nos enfrentamos con algo opuesto, percibimos tal evento en la más gruesa sensación: La luz está afectando al deseo más grande. Pero cuando empezamos a reflexionar lo que pasó y por qué, trabajamos en el deseo más iluminado. Por lo tanto, hay una diferencia entre la situación en la que la Luz afecta el deseo (mientras más opuestos sean, mayor es el impacto) y cómo se percibe, lo cual se basa en la ley de similitud, la capacidad de entenderse entre sí.
Digamos que alguien te gritó. Te sentiste insultado hasta el fondo del alma: Tu ego es despreciado, y en tu deseo más bajo, sentiste cuan opuestos son tu agresor y tú. Entonces, involucras tu mente y comienzas a analizar la situación mientras tanto te asocias, lo entiendes, acuerdas, e incluso te asimilas con él.
El lugar donde puedo entender algo opuesto a mí es considerado más iluminado, exaltado. Una orden inverso de las Luces y Kelím (vasijas) nos confundirán hasta que comencemos a sentir como la Luz entra y existe en nosotros, cómo se relaciona con los cambios en Aviút (grosor del deseo). Pero hasta entonces, debemos tratar este fenómeno como una propiedad única (Segulá) para atraer la Luz, que es más importante que el conocimiento.
Esto no implica que no haya necesidad de esforzarse en comprender lo que estudiamos y en considerar que la clave es la intención. No, la intención tiene que estar ligado al esfuerzo mental y manifestarse en su forma particular durante los estudios.
De hecho, todo lo que discutimos (como Aviút, Partzúf, la Luz) se lleva a cabo únicamente en la intención. Nada cambia, excepto la intención, mientras que todo lo que ocurre a continuación se deriva de su influencia. La estructura del alma, el Kli que creamos, y la Luz que recibimos en él, todo esto no es más que una intención, por lo que tiene que estar conectada con todas las partes de la sabiduría como la sabiduría de la intención.
No importa lo mucho que aprendas, es el esfuerzo lo que cuenta. Por lo tanto, no importa cuál es el tema que estamos estudiando. El esfuerzo consiste en conectarse con el contenido y buscar nuestros estados internos en él.
¿Contienes Máljut del Infinito? ¿Estás en la corrección final? ¿Estás recibiendo NaRaNJáI (Néfesh, Rúaj, Neshamá, Jaiá, Iejidá)? ¡Si! ¿Dónde está? Está escondido dentro de tu Partzúf interior. Y eso es lo que sobre lo que estamos hablando.
(35126 – De la lección diaria de Cabalá del 12/10/2010, Talmud Eser Sefirot)
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