La solución a los problemas está transformando las escuelas

Pregunta: Algunas personas ya han empezado la aplicación práctica del método de formación integral. Ellos han ganado la primera experiencia y se han cometido los primeros errores. Me gustaría discutir este aspecto con un ejemplo de una situación específica.

Una conocida mío comenzó a criar a su hija con esta metodología. Ella amamantó a su hija hasta que la niña tenía casi dos años de edad. Luego la crió de acuerdo a las fases de desarrollo: de cero a tres, de tres a seis años, y de seis a nueve años. Todo iba bien hasta que la niña inició la escuela. La niña se destacó entre todos, ella era más abierta, desinhibida, y más positiva, y rápidamente se encontró con una fuerte resistencia del entorno común. Más tarde, los maestros también se unieron a esta oposición.

Surgió una situación muy grave, en la que la madre y la niña se vieron obligadas a luchar contra el sistema porque la creación de un entorno separado, del tipo del que hablamos, no es actualmente viable. ¿Qué recomendaría usted? ¿Cómo podemos ayudar a estas personas?

Respuesta: Si estás hablando de Rusia, yo tengo en este país algunos ejemplos del trabajo, precisamente de acuerdo con los principios del sistema integral. No se trata de nuestro sistema, pero todos ellos son muy similares.

Sus clases se parecen más a las actividades extracurriculares, en las que un niño no se sienta frente a la pizarra y al profesor, sino que se desarrolla a través de la libre circulación y discusión. Él o ella captan el mundo a través de ejemplos y no a través de explicaciones secas que ellos tienen que memorizar para pasar la prueba al día siguiente, y olvidarlas después. Hay muchos ejemplos de este tipo en Rusia, y son bien conocidos allí. Pero todos ellos siguen siendo como pequeñas «ovejas».

Sin duda, si tú amamantas a un niño hasta los dos años de edad, como se ha inculcado en la naturaleza humana desde la antigüedad, entonces él o ella reciben todos los nutrientes necesarios y micro elementos que ayudan a resistir todos los problemas que pudieran existir a esa edad.

Estamos afectados por muchas enfermedades, no porque sean particularmente virulentas, y no porque tengamos que construir inmunidad hacia ellas, sino porque no recibimos suficiente leche materna en la infancia. Hoy en día un bebé es separado del pecho materno prácticamente una semana o un mes después del nacimiento, si es que acaso es amamantado. Es por eso que todos los problemas comienzan precisamente con la falta de lactancia.

Dado que el objetivo de la educación integral es el establecimiento de máxima cercanía con la naturaleza, en nuestra familia, en nuestro orden interno, tenemos que cumplir con el mismo estado natural que se observa en la interacción natural entre los animales. Nosotros no tenemos este instinto, pero tenemos que despertarlo en nosotros mismos sobre la base de la información científica acerca de lo que existía en los siglos anteriores, en lugar de considerarlos anacrónicos. Esto es lo primero.

En segundo lugar, una mayoría absoluta de padres no están contentos con la educación escolar debido a los problemas que existen actualmente en las escuelas, en las aulas y en la sociedad. Una gran mayoría de niños no iría a la escuela con gusto y en su lugar ellos arreglarían un método completamente diferente de crianza y educación por sí mismos.

Traten de discutir con los niños acerca del hecho de que en el transcurso del año tendrán que aprender un poco más sobre la forma en que funciona el mundo y la manera en que están estructuradas las leyes de nuestra sociedad. Después de todo, en el transcurso de 10 a 12 años de escuela, estamos preparando a un ser humano para la vida. ¿Qué deben él o ella saber? ¿Cómo deben aprender a interactuar con los demás? En primer lugar, es necesario que sean capaces de ayudarse a sí mismos, de ayudar a los demás, y saber cómo recibir ayuda de otros. Es decir, todo está prácticamente basado en la unificación, en la participación correcta y en la interacción con otros. ¿Enseña eso la escuela? ¡No!

Estamos preparando artesanos comunes para que puedan graduarse de alguna escuela de formación profesional, para adquirir alguna ocupación o especialidad, y ganarse la vida por sí mismos. Nosotros no pensamos en lo que viene a continuación aparte de un salario.

Incluso acerca de obtener un ingreso no pensamos mucho, ya que moralmente no preparamos a la persona para eso. Ella se esfuerza por eludir las responsabilidades que se relacionan con la sociedad, los padres y la familia; que ella no quiere formar.

Tenemos que pensar cómo transformar la escuela. Nuestro objetivo no debe ser subordinar a un niño a la escuela, a un sistema alemán tan despótico o viejo, al igual que cuando los campesinos se convirtieron en trabajadores de fábrica y nada más, sino en ¡transformar por completo la escuela!

Además de nuestro enfoque integral, hay muchos métodos similares. No voy a entrar en su análisis comparativo, pero todos son iguales en cuanto a que primero y ante todo, piensan en la persona, y no acerca de qué hay que meter en ella, la masa de conocimientos rápidamente olvidables.

Es por eso que hoy en día muchos están inclinándose hacia la idea de que sus niños no asistan a la escuela. Existe  el Internet, la educación a distancia y la educación en casa. Y en todo caso, una madre debe quedarse en casa con sus hijos y no estar lejos en el trabajo. Un padre tiene que mantener a la familia, y una madre debe cuidar de la casa y criar a los niños. Esta entonces sería una familia normal.

En otras palabras, nosotros poco a poco debemos bajar del árbol de la «realización del mal» y volver a los sistemas de interacción mutua normales y equilibrados. ¡Y debemos dejar de estropear a los pobres niños! En primer lugar, los padres arrastran a sus hijos a la guardería, luego los envían a la escuela, y ellos vuelven heridos de la batalla por el liderazgo en lugar de socializar con la colectividad. ¡No es un colectivo, sino una batalla sin fin!

Tenemos que transformar las escuelas en algo completamente diferente, en algo humanístico. El estado en el que estas existen en la actualidad ha sobrevivido demasiado, de manera que es doloroso mirarlas.

Pero, puesto que ha sido vertida una gran cantidad de dinero en la educación, y las enormes masas de personas que participan tienen un interés personal en ella, no van a darse por vencidas fácilmente. Y tampoco puede cambiar. El sistema educativo es el sistema más osificado. Los educadores son personas que sólo conocen sus propias lecciones y aparte de ellas, ningunas otras. Es por eso que este es un problema muy grande.

La transformación debe comenzar con los educadores. Tenemos que organizar cursos de humanidades y, sobre todo cursos obligatorios integrales para el cuerpo de educadores con el objetivo de transformarlos. Paralelamente a esto, debemos introducir psicólogos y especialistas en la educación integral en la escuela, que luego llevarán a cabo discusiones con los estudiantes.

Por otra parte, tenemos que introducir clases para instructores que sólo serían unos pocos años mayores que sus futuros alumnos, y por lo tanto, podrán fácilmente desarrollar el contacto con ellos y ejercer una influencia positiva sobre ellos. Todo esto tiene que estar preparado. Sin esto, nuestra generación futura se convertirá en la generación perdida.

(66141 – De una «charla sobre la educación integral», episodio # 5 del 12/13/11)

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