Levanta los brazos para orar

laitman_2009-05-28_8266_wEl Zóhar: Levanta tus brazos para orar pues estamos a punto de revelar el orden del Mundo de Atzilut: GAR de-AriJ Anpin, llamado Keter, Moja de-Avira (la membrana del cerebro) y Moja Stima (la mente oculta) y cómo ascienden a la cabeza desconocida del Infinito, que es lo más elevado y oculto.

 

Por lo tanto, oremos al Creador para dar la bienvenida a la revelación de estos secretos.

 

Existimos en el interior del Infinito. A pesar de nuestro grado de alcance, el grado más bajo no puede percibir el Grado Superior; no puede sentirlo o aprehenderlo con su mente. En cualquier punto de nuestro ascenso espiritual, el siguiente estado es siempre infinito y sin fronteras en relación al inferior.

Me encuentro limitado por mi rango de percepción. El Superior es más grande que yo y no cabe en mi Kli (vasija de percepción). ¿Así qué como puedo percibirlo a Él? Puedo lograrlo sólo pidiendo que se expanda mi alma, para que pueda adquirir atributos similares a los Suyos. Entonces podré Revelarlo y adquirir una conexión con Él. Toda la conexión entre nosotros y el Grado Superior se realiza únicamente mediante nuestra petición.

Así es exactamente como avanzamos en nuestras vidas diarias. Un niño siempre está pidiendo algo a un adulto, y el adulto debe a su vez darle al niño lo que considera benéfico para su desarrollo. Sin embargo, el pequeño ni siquiera sabe lo que sería provechoso para su crecimiento. Si solamente actúa utilizando su ingenio, utilizando el nivel en que se encuentra su mente, avanzará por el camino del sufrimiento, cometiendo errores. Y sólo después de muchos intentos fallidos llegará a entender que lo único que tiene que hacer es pedir al Superior y Él sabe lo que tiene que darle.

 

Por lo tanto, todo se alcanza a través del poder de la oración. Sin embargo, la oración no es lo que nosotros imaginamos que es en nuestro mundo. La oración significa que deseo dar más, salir de mi egoísmo. Además, este tiene que ser mi único deseo, es lo único que debo pedir al Superior.

 

Sin embargo, esto va en contra de mi naturaleza egoísta y por lo tanto, si el Superior no me prepara para alcanzar Su grado, nunca seré capaz de alcanzarlo por mi cuenta. A través de mi oración y ejercicios yo me vuelvo cada vez más semejante al Superior. Esto continúa a lo largo de los 125 grados de mi ascenso espiritual hasta que alcance mi corrección total: la equivalencia con el Creador.

 

Ahora podemos comprender lo que está escrito en El Libro del Zóhar. Si el alma no recibe el conocimiento del mundo por venir, la persona no puede entrar y existir en él. Después de todo sin tener este conocimiento sobre el atributo de otorgamiento y como realizarlo, no sería capaz de vivir allí.

 

(Extracto de la lección sobre El Libro Zóhar, correspondiente al 25 de noviembre 2009)

 

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