Los demás, el Creador y yo

Baal HaSulam, «La Paz»:… determinado de manera práctica como «otorgamiento a los demás», lo cual significa que la manifestación real del amor a los demás es otorgarles el bien a los otros, el amor a los demás debe ser determinado como otorgamiento a los demás.

Pregunta: ¿Qué es «otorgarles el bien a los demás»?

Respuesta: Es el otorgamiento que se adapta al otro, de acuerdo a lo que es bueno para él y no de acuerdo a lo que yo creo que es bueno para él. El bien de los demás se determina por medio del servicio al Creador. Sin estos tres puntos: «los demás», «el Creador» y «yo»,  estamos perdidos. Si yo trabajo de acuerdo a las ideas de los demás, estaré bajo el control de ellos, y si yo trabajo para mí mismo seré esclavizado por mi ego, necesito a alguien que sea incluso más elevado a fin de que se cree la correcta formación: el inferior, el superior, y algo más elevado, sólo entonces puedo estar seguro de que estoy aferrándome a la línea correcta.

Pregunta: ¿Dónde estoy yo mientras les otorgo a los demás?

Respuesta: En el último eslabón de la cadena, en el Creador, puesto que desde allí puedo relacionarme correctamente con los demás y conmigo mismo.

Pregunta: ¿Y dónde está mi «yo», entonces?

Respuesta: Por fuera de mí mismo y por fuera de los otros, buscando lo que es bueno para los demás con el fin de alcanzar la adhesión con el Creador. Veo al Creador como mi meta y entonces la adhesión con Él es lo único bueno.

Pregunta: ¿Y si los demás no saben lo que quieren?

Respuesta: Un bebé tampoco sabe lo que quiere, pero yo cuido de él, y por eso entiendo qué necesita para crecer, para ser fuerte, sano, sabio, etc. Así que si yo le otorgo a alguien, él es como un bebé para mí, es más pequeño que yo. En ese caso, yo soy el que otorga y él es el quien recibe mi otorgamiento. Esto significa que tiene una deficiencia que yo le lleno. Esto significa que tengo que descubrir una deficiencia en él que se adapte a mi llenado, puesto que no puedo darle pan si quiere leche. Y, además, tengo que descubrir una deficiencia en que esté en su favor, una deficiencia por medio de la cual él se acerque más al Creador.

Con el fin de hacer eso, yo tengo que conectarme con los demás y juntos alcanzar una conexión con el Creador. En otras palabras, tengo que llevar a cabo la conexión de los demás con el Creador, y entonces seré capaz de llenarlos. Después de todo, ¿con qué puedo llenar a los demás? Yo no soy la fuente de la Luz, pero traigo a los otros a la adhesión con el Creador, y eso significa que los lleno. Por esta razón, es imposible que podamos arreglárnoslas sin la formación de los tres niveles.
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De la 4º parte de la Lección diaria de Cabalá del 11/30/12, «La Paz»

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