Algunas preguntas que recibí sobre los descendientes de Rav Ashlag y como involucrar a la familia en los estudios de Cabalá.
Pregunta: ¿Los descendientes de Rav Ashlag están involucrados en su centro?
Mi respuesta: No.
Pregunta: ¿En dónde viven?
Mi respuesta: Casi todos en Bnei Brak.
Pregunta: ¿Siguen ellos a su manera las enseñanzas de su padre y abuelo?
Mi respuesta: No.
Pregunta: ¿Qué piensan ellos que usted transmita las enseñanzas de su padre?
Mi respuesta: No me interesa lo que ellos piensen, porque yo recibí las instrucciones de mi Maestro.
Pregunta: ¿Su esposa e hijos están involucrados?
Mi respuesta: Sí. Mi hijo está a cargo de la publicación y distribución de libros alrededor del mundo (con excepción de Israel y Rusia). Mi hija mayor tiene un doctorado en biología y está casada con el director de nuestro departamento de difusión ruso. Mi hija más joven está haciendo su disertación en Cabalá y está a punto de casarse con un estudiante nuestro. Estoy convencido que mis nietos también seguirán este camino pues viven ese ambiente en casa. Mi nieto asiste a las lecciones junto con mi hijo diariamente. Además, su momento será el momento del desarrollo espiritual de la humanidad.
Pregunta: ¿Cómo involucrar a nuestras esposas e hijos?
Mi respuesta: Con amor. «No hay coerción en la espiritualidad.» La Cabalá no es una religión: no debe haber persuasión, intimidación, o convencimiento. El amor es la única forma de mostrarles que la corrección del alma es lo mejor que puede existir y que todos la necesitamos.
Está escrito, «La Torá no se hereda.» Cada persona se compromete en la medida de su deseo y esfuerzos. Así es como uno revela la Torá, la Luz Superior o al Creador dentro de sí. Lo que es más, la historia nos muestra que los herederos espirituales de los grandes cabalistas generalmente no eran sus herederos físicos.
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