¿Por qué ha cambiado la pronunciación del hebreo?

A lo largo de los años desde la aparición de la lengua hebrea, su escritura y gramática han permanecido inalteradas. Pero los sonidos han sufrido varios cambios, al igual que su pronunciación, ya que depende de la persona en nuestro mundo.

 

La verdadera pronunciación, que consiste en sonidos guturales, silbidos y siseos, la hemos perdido. Hoy prácticamente no producimos, expresamos ni comprendemos los cinco tipos de sonidos: palatales, dentales, guturales, labios y mejillas.

 

Y son muy importantes. El mismo sonido emitido por los dientes, los labios, las mejillas, el paladar o la garganta tiene un significado completamente diferente dependiendo de cuál de las cinco partes del alma pertenezca: Keter, Jojma, Bina, Zeir Anpin, Maljut.

 

Todo depende de cómo exhalamos el aire, de cómo lo bombeamos a través de la garganta. Al fin y al cabo, la garganta es una combinación de Maljut y Bina.

 

Cuando Bina desciende de la cabeza (Rosh) al cuerpo (Guf), se forma una garganta en la intersección de los niveles humano y animal, y allí se producen enormes cambios, que son las combinaciones de las cualidades de Maljut y Bina. Por eso no usamos nada de todo eso.

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