Prefacio a la Ciencia de la Cabalá – Puntos 3 al 5

Prefacio a la Ciencia de la Cabala («Ptija«). Puntos 3 al 5. Compendio

3. El sistema de distanciamiento, del debilitamiento del deseo de «otorgar», que resulta del desarrollo y crecimiento de un deseo de recibir, desde arriba (desde el otorgamiento, semejanza al Creador) hacia abajo (alejándose de Él) – se realiza a lo largo de cinco grados o mundos: Adan Kadmon, Atzilut, Beria, Yetzira, Asiya. El mundo de Assiya incluye nuestro mundo (HaOlam Hazeh). «Mundo» – «Olam», viene de la palabra «Olama» (ocultamiento) porque en la medida que uno se aleja de la semejanza con el Creador, Él se oculta.

Todas las criaturas tienen su origen, su raíz, en el Mundo del Infinito, en el Pensamiento de la Creación de «deleitar a sus criaturas», en su estado inicial.

4. El distanciamiento de la creación del Creador es necesario por las siguientes razones:

  • Para dar a la creación (al hombre) la oportunidad de ser independiente. Esto se logra por el ocultamiento total del Creador en nuestro mundo.
  • El distanciamiento gradual se produce por el llenado de la Luz y su posterior expulsión. Estos estados contrastantes crean en el deseo sensaciones, aprehensiones y experiencia, que le dan la oportunidad de comparar y, de esta manera que sea satisfactorio alcanzar el propósito fijado.

El propósito de la creación es el siguiente: usar su libre albedrío y su consciencia para comparar y elegir el otorgamiento en lugar de la recepción después del descenso forzado a nuestro mundo. Por lo tanto, al elegir la semejanza con el Creador, como el objetivo más importante, la creación debe gradualmente ascender a Él, hasta completar la equivalencia y la adhesión con Él.

5. Los grados, la estructura de la creación, todas las acciones están determinados por la naturaleza de la Luz y el deseo.

Fase 0: La Luz (la actitud del Creador hacia la criatura) emana del plan del Creador para crear a la criatura con el fin de deleitarla, haciéndola similar a Él (el pequeño estado no se considera completo). A esta fase se le llama cero o la raíz. En ella se incorpora la futura criatura en la forma de un punto del deseo futuro, similar a la gota de semen o a una semilla.

Fase 1: La Luz influye en el punto de deseo, lo desarrolla a Su propio tamaño y lo llena. El deseo siente el llenado, llamado la Luz de la Sabiduría (Or Jojmá). Debido a que el deseo es totalmente dependiente de la Luz, no siente nada más allá de su mera existencia, como un embrión dentro del útero. Esta fase comprende todo lo que el Creador ha asignado para la criatura.

Gradualmente el deseo toma consciencia de su diferencia con la Luz y desea convertirse en otorgante, al igual que la Luz. Este nuevo deseo se define como una nueva fase:

Fase 2: Este es el deseo de otorgar al Creador, de ser como la Luz. Como resultado de esto, el deseo experimenta un tipo diferente de placer que en la fase 1; el placer de ser similar al Creador, la Luz de Otorgamiento (Or Jasadim). Sin embargo, gradualmente el deseo se da cuenta que quiere solamente otorgar, pero que en realidad no otorga. Esta comprensión da como resultado el surgimiento de un nuevo deseo: «recibir para otorgar», y a esto se define como la fase 3.

Fase 3: El deseo de recibir como en la fase 1 (la Luz de Jojma) con una intención como en la fase 2 siente que otorga, como el Creador (la Luz de Jasadim). Debido a la sensación de estar en el nivel del Creador, se desarrolla un nuevo deseo: la fase 4.

Fase 4: Este es el deseo de disfrutar el estatus del Creador o su posición al recibir de Él lo siguiente:

  • El placer de estar lleno de placer, y
  • El placer de ser semejante a Él.

Puesto que el deseo recibe todo lo que posiblemente emane el Creador, la fase 4 constituye un deseo plenamente desarrollado.

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La Ciencia de la Cabalá: duración: (00:24:25)

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