“¿Qué es la depresión?” (Quora)

Michael Laitman, en Quora: “¿Qué es la depresión?”

La depresión es resultado de los deseos insatisfechos. 

Estamos formados por distintos deseos. Si son satisfechos, nos sentimos felices. Si son parcialmente satisfechos, nos sentimos parcialmente insatisfechos, un estado en el que vivimos y al cual nos hemos acostumbrado.

Intentamos neutralizar esa insatisfacción en varias formas ya sea con medicinas y drogas, con toda clase de entretenimientos y metas en nuestra vida y así, de alguna forma, nos mantenemos a flote. 

Hay ciertos estados de depresión, en los que sentimos un vacío profundo, oscuro y enorme en nuestro interior, sin satisfacción en el momento presente y tampoco vemos luz al final del túnel en el futuro y de hecho, es muy difícil.

Estamos acostumbrados a vivir con esperanza en el futuro. Planeamos distintos objetivos, con el fin de cumplir nuestro espectro de deseos. Usualmente nos ocupamos en pensamientos sobre comida, sexo, familia, recreación, hacer dinero, ganar respeto en la sociedad, acumular conocimiento y algunas personas, incluso desean obtener posiciones particulares de fama o poder. Hemos desarrollado una mezcla heterogénea de formas para satisfacer esos deseos y actúan como distractores de cuestiones existenciales más profundas, llevándonos a vivir en un cierto nivel superficial. Sin embargo, cuando son tragados por la oscuridad, nos sumergimos en la depresión e incluso, estamos dispuestos a morir. Hay un dicho cabalista sobre un estado: “Mi muerte es mejor que mi vida”.  

En el momento en que empezamos a sentir esos estados depresivos, nos hacemos preguntas existenciales que antes tuvimos la posibilidad de cubrir con éxito. Al final, la depresión es un sentimiento que nos lleva a buscar fuera de nuestro marco usual, para encontrar una respuesta a las preguntas sobre el sentido y propósito de la vida y que necesitamos experimentar cierto nivel de depresión, para alcanzar el alma. 

Si encontramos sentido y propósito en servir nuestros deseos por comida, sexo, familia, recreación, dinero, honor, control y conocimiento, es decir, si podemos disfrutar ya sea satisfaciendo estos deseos directamente o al imaginar su satisfacción futura, las profundas preguntas existenciales quedan enterradas bajo esta búsqueda de placer. En otras palabras, encontramos sentido en el nivel de existencia animal. Si, a pesar de no encontrar satisfacción al servir esos deseos sentiremos depresión, en última instancia, es una sensación que nos debería llevar a la búsqueda activa para el sentido y propósito de la vida.  

Debemos entender que nuestro mundo es un mero trampolín, desde el cual necesitamos brincar hacia una dimensión más elevada. Podemos descubrir la dimensión superior de la existencia, mientras estamos vivos en este mismo mundo, en nuestro cuerpo.  

El proceso de desarrollo a través del cual la naturaleza nos guía, es para que al final busquemos y alcancemos el sentido de la vida.  Los estados de depresión aparecen cada vez más frecuentes y con mayor intensidad, conforme nos acercamos a la transición entre el descubrimiento de la falta de sentido en la persecución de satisfacción de los deseos corporales y la búsqueda de un significado más elevado. En otras palabras, la creciente insatisfacción que sentimos al perseguir la satisfacción de nuestros deseos corporales, ya es una expresión de nuestras preguntas existenciales más profundas. 

En la sabiduría de la Cabalá —un método que fue creado específicamente para responder a las preguntas sobre nuestro sentido y propósito de vida, al brindarnos un plan para alcanzar una percepción, un placer y una dimensión superior —llama a nuestros deseos corporales, más allá de la satisfacción de las meras necesidades, “ayuda en contra”. Es porque el vacío, actual o eventual, que descubrimos en estos deseos, nos empuja a buscar el verdadero significado y propósito de la vida, más allá de nuestra existencia animal. 

Basado en la lección de Cabalá con el cabalista, Dr. Michael Laitman , de  2/oct/16. Escrito/editado por estudiantes del cabalista, Dr.  Michael Laitman.
Foto por Warren Wong con  Unsplash.

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