«¿Qué opina de la reencarnación?» (Quora)

Michael Laitman, en Quora: «¿Qué opina de la reencarnación?«

Hay dos formas en las que podemos pensar en la reencarnación: en relación con el desarrollo del alma, es decir, el ascenso de este mundo al mundo espiritual y también como la sucesión de generaciones en este mundo.

En términos de esto último, reencarnación es transmisión de información genética, material, perceptiva y sensorial de una generación a la siguiente.

Por ejemplo, los niños de la generación actual tienen información acumulada de sus generaciones anteriores. Por eso, los niños de cada generación saben rápidamente cómo usar la tecnología y las herramientas de su generación.

El desarrollo de la humanidad es una sucesión de generaciones, donde transferimos el progreso material en ciencia, tecnología, arte y cultura y también avances psicológicos y un mensaje humano interno, a cada generación que sigue.

En términos de nuestro ascenso de este mundo al mundo espiritual, la reencarnación comienza cuando sentimos el despertar del deseo espiritual.

Ese deseo se expresa como preguntas sobre el significado y el propósito de la vida.

Cabalá describe este deseo como la semilla de nuestra alma y ​​lo llama «punto en el corazón».

Depende de la fuerza con la que sentimos ese deseo, en esa medida nos insta a buscar en muchos maestros y entornos, hasta que encontremos uno que nos guíe para alcanzar nuestra raíz espiritual.

Alcanzar nuestra raíz espiritual, según Cabalá, es el propósito de nuestra vida.

Al alcanzar nuestra raíz espiritual, recibimos respuestas claras a las preguntas sobre el significado y el propósito de la vida, claras porque se expresan en nosotros como sensaciones de logro del mundo espiritual, donde nuestra percepción se abre totalmente a la satisfacción y al conocimiento que existe, en nuestra alma, por encima del nivel de nuestro mundo actual.

El viaje para desarrollar el deseo espiritual y alcanzar nuestra raíz espiritual es pasar por una serie de reencarnaciones espirituales, hasta llegar a nuestro destino final, de donde emergimos.

Al hacerlo, completamos nuestro ciclo de reencarnación.

Los cabalistas explican que ese proceso puede llevar muchas vidas. Por eso, si interrumpimos este viaje, volveremos a él en vidas futuras, hasta que finalmente alcancemos la raíz de nuestra alma.

Hasta que se nos da el deseo espiritual, acumulamos sufrimiento a nivel de este mundo, en el proceso de reencarnación mencionado anteriormente.

Mientras más sufrimos en nuestro desarrollo, más preguntas existenciales nos hacemos y más separamos nuestro deseo espiritual de nuestros otros deseos y así, aumenta nuestro anhelo por elevarnos por encima de este mundo y alcanzar nuestra raíz espiritual.

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