Recompensa y castigo en nuestra vida, parte 6

En el mundo moderno, el hombre se está volviendo cada vez más individualista y junto con esto, descubrimos que cada vez estamos más enlazados, uno al otro.

Hubo un tiempo en el que pensamos que seguiríamos descubriendo más del mundo: descubrimos nuevos continentes y comercio internacional. Pero al final, terminó en una gran decepción.

Todo el desarrollo de la humanidad fue sólo orientado a encontrar maneras de explotar, de forma egoísta y unilateral, a la naturaleza, sin tomar en cuenta sus intereses. Y por eso nuestro desarrollo fue siempre negativo.

Vemos que nos llevó a un estado donde, por una parte, la humanidad puede dar satisfacción completa a sí misma, con todo tipo de placeres materiales en el nivel del cuerpo, su nivel animal y al mismo tiempo, sufre más y más en su nivel humano.

Como resultado, no sabemos qué hacer con nosotros mismos. Sufrimos espiritual y psicológicamente por falta de la conexión correcta entre nosotros y con el resto de la existencia.

Pregunta: Entonces, ¿cómo comportarnos correctamente en este sistema para que podamos, en realidad, llegar a un resultado positivo?

Respuesta: Necesitamos llegar a un estado integrado. Es decir, necesitamos tomar en cuenta todo el sistema, cómo funciona, cómo podemos ser sus componentes integrales y a través de nuestras acciones, llevarlo al equilibrio y a la unidad.

Porque justo ahora, somos nosotros los que lo sacamos de equilibrio, como células cancerosas. El cáncer en nuestros cuerpos es símbolo de células que piensan sólo en sí mismas y por lo tanto, destruyen todo el cuerpo y, al mismo tiempo, a ellas mismas. El individuo hace exactamente lo mismo; por eso, necesitamos estudiar.

Vivimos en un periodo especial de evolución, en que el hombre, finalmente comienza a preguntar por el significado de la vida, acerca del sistema que nos gobierna y acerca de cómo entender, descubrir e involucrarnos activamente en él.

Pregunta: ¿Cómo sucede la transición del cálculo ordinario, en el que cuento la ausencia de satisfacción deseada como castigo y su recepción como recompensa, a un nuevo cálculo en el que importe el sistema completo, ignorando lo que necesito personalmente?

Respuesta: Esto depende de la educación. Si recibimos educación integral y comenzamos a sentir el sistema, cambiaremos nuestros cálculos.

¿De qué carece el infante comparado con un niño mayor? El niño mayor toma en cuenta más factores de su existencia: en relación al padre, la madre, la escuela, otras personas, amigos y vecinos. Y por eso, interactúa de forma diferente con la realidad. Aún es relativamente limitada, pero no tanto como la del infante, ya está más desarrollado. Esta es exactamente el tipo de relación desarrollada que necesitamos aprender. Sin educación integral ni desarrollo de los órganos sensoriales que nos permiten revelar el sistema, no podemos progresar más. El sistema demanda nuestra participación activa y consciente, no acciones a ciegas.

Pregunta: Muchos piensan que pueden recibir recompensa de la respuesta benevolente de la naturaleza a cambio de su buen comportamiento, ¿es así?

Respuesta: Es muy correcto, sólo necesitamos averiguar qué es un buen comportamiento. Es imposible de entender hasta que, al menos de forma mínima, llegamos a conocer el sistema, avanzando cada vez más y a expandir nuestro círculo. Así, sólo dentro de este marco, dentro de la frontera del círculo, donde entiendo, siento y puedo tomar decisiones correctas, actúo. Y aún no salgo de la frontera de este círculo.
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De Kabtv “Una nueva vida” 2/feb/17

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