Reviso mi inclusión en el entorno

La prueba de mi inclusión en el entorno, es que cuido de él más que de mí. Y me veo solo como resultado, como producto del entorno. 

El hombre comienza a sentir que él mismo no existe, sino solo el entorno, del que es consecuencia. Es decir, no tiene nada por sí mismo, solo lo que recibe del entorno. Este entorno, le da forma y constantemente, lo hace nacer. 

Y aquí es donde se manifiesta la verdadera libertad del hombre. Se separa de sí mismo, de su egoísmo y se une totalmente al entorno, que a partir de ese momento, le define completamente. Es decir, cada individuo entra al sistema de la decena, que empieza a operar como las diez Sefirot del alma.
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Del Congreso Internacional “Nos elevamos por encima de nosotros mismos” 8/ene/22, lección 4 “Extraemos la grandeza de la meta de los amigos”

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