Ser un Tzadík (justo), significa justificar al Creador en toda circunstancia. A la persona se le da cada estado para ayudarle a querer salir de su piel a tal punto que la oscuridad se espese a su alrededor, y esta es una gran ayuda que el Creador le envía a alguien que está dispuesto a ser un Tzadík.
A la persona la ubican en situaciones que son inaceptables para su ego, para que esté lista para salir de sí misma. Es claro para nosotros que el mundo espiritual está por encima de este mundo físico. Por consiguiente, todo lo físico debe morir, pero no se trata de la muerte usual de todos los humanos, sino más bien que la persona, en sí misma, estará de acuerdo en que todos sus valores mundanos mueran. Y así adquiere el próximo nivel: la vida espiritual.
Ella sale de su cuerpo, liberándose de todo autointerés en lo que pueda ocurrirle, por encima de toda situación en la que el Creador la ponga. Ella coincide con estas circunstancias, aceptándolas felizmente como constructores de su nuevo nivel espiritual, para que la eleven por encima de las condiciones físicas, sacándola de los límites de su piel y, particularmente, haciendo posible que pida la adhesión con el Creador desde dentro de la oscuridad. La única inclinación que esta persona tendrá es darle contento al Creador mientras que ella, en sí misma, se encuentra en oscuridad.
En esto, ella ve su salvación, su salida del exilio. Por fuera de su piel, siente la verdadera vida ya que pude satisfacer al Creador sin ninguna consideración de sí misma. Por lo tanto, vence a la oscuridad, el sufrimiento, el temor, la ansiedad y la vergüenza que siente, los cuales fueron revelados intencionalmente para indicarle sus limitaciones corpóreas y ayudarle a elevarse por encima de sí misma.
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De la 1° parte de la Lección diaria de Cabalá del 4 de Abril del 2013 , Shamati # 36
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