En las noticias (Legacy Project – Cornell): “En los últimos años, he dedicado tiempo para hablar con gente joven sobre su esperanza en el matrimonio. Y la pregunta que surge más que cualquier otra es: ‘¿Cómo se si la persona es la correcta para mí? ¿existe la forma de saber si es probable que sea compatible al largo plazo o, un socio difícil y controvertido?
“Suena complicado, ¿verdad? Pero en entrevistas con cientos de parejas casadas por mucho tiempo, sobre lo que funciona y lo que no, para una relación duradera y satisfactoria, una respuesta única y directa surge una y otra vez. Resulta que nuestros mayores creen que existe algo cercano a ‘bala mágica’ cuando llega la decisión en una relación : ¿Debo quedarme o marcharme? Y todo se reduce a la similitud…
“Con base en una larga experiencia, tanto dentro como fuera de las relaciones románticas, la lección fundamental es: es más probable que tengas un matrimonio satisfactorio para toda la vida, cuando tú y tu pareja, son fundamentalmente similares. Y si son muy diferentes, los mayores advierten que aunque el matrimonio puede funcionar, es probable que sea mucho más difícil.”
Pregunta: ¿Tiene ésto una raíz espiritual?
Respuesta: Por supuesto, aquellos que son parecidos son atraídos entre sí en cada aspecto de la vida.
Pregunta: ¿Romper esta regla tiene alguna implicación?
Respuesta: En esos casos es muy difícil adaptarse a otra persona, porque tienes que adaptarte a ella y entenderla. Después de todo, la psicología, la ideología, la conciencia, la introspección y los gustos requieren una pareja cercana, lo que ninguno de nosotros, seres egoístas, quiere hacer, porque implica un enorme consumo de energía. Si la gente se conecta, tiene que elegir a alguien a quien pueda entenderse muy bien. Los hombres usualmente, de forma subconsciente, eligen mujeres que se parecen a su madre y las mujeres eligen hombres que se parecen a su padre.
Deseo a todos que encuentren la mitad que sea la correcta.
Pregunta: ¿Es el Creador la correcta mitad para nosotros?
Respuesta: Para volvernos Su mitad, necesitamos parecernos al Creador. En este caso, aplica la misma regla -la ley de similitud y equivalencia de forma. Debemos otorgar y amar al grado que Él lo hace y al adquirir este atributo, nos acercamos a Él.
Pregunta: ¿Tengo que sentir que el Creador da y otorga?
Respuesta: Comenzamos a sentirle a Él al grado en que adquirimos este atributo.
En cuanto al matrimonio, podemos tener ejemplo de las familias religiosas. Hombres y mujeres, se casan partiendo de su entorno, con quienes han compartido su misma forma. No necesitan aprender lo que le gusta o no a su pareja ni sus costumbres ni qué clase de vida llevarán.
Lo han visto todo en su casa y continuarán viviendo así en su familia. Se unen entre sí desde el principio. Se asemejan entre sí y coexisten sin sorpresas desagradables. Esto es lo que significa similitud. En las familias ortodoxas funciona 100%.
Por lo tanto, es preferible elegir pareja, de acuerdo a la semejanza. Si observamos a la gente joven y vemos su semejanza y equivalencia, conforme a ciertos criterios, estaría claro si son o no, pareja adecuada para el matrimonio.
Todas sus garantías de que se aman uno al otro no quieren decir nada.
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De Kabtv “Noticias con Michael Laitman” 1/nov/16
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