Pregunta: ¿Por qué el egoísmo en nuestro mundo no permite que la mente y las sensaciones se conecten?
Respuesta: Es un hecho obvio que cuando estamos preocupados por algo, la mente se ausenta. Y cuando tratamos de entender o examinar algo, entonces las sensaciones desaparecen. Esos dos enfoques diferentes, el sensorial y el racional, se cancelan el uno al otro.
Esta es una consecuencia de la ruptura. Nuestra raíz es la ruptura, en la cual la pantalla que solía conectar la mente y el corazón, el cálculo y el placer, desapareció. Es por eso que en nuestro mundo, somos incapaces de hacer un cálculo correcto basado en nuestras sensaciones. Y mientras más atrás podamos dejar nuestras sensaciones, más rápido podemos verlas desde un lado. Mientras más nos alejemos de nuestras sensaciones, más capaces somos de hacer un cálculo firme en el lugar que ha sido liberado, en el mismo intervalo que no está lleno de sensaciones.
Nos parece que somos capaces de conectar la mente y el corazón, pero en realidad no podemos. Si estuviera 100 por ciento dentro de mi sensación pero comenzara a salir de ella en un 30 por ciento, sería capaz de trabajar con mi mente en el lugar que está libre de sensaciones en ese 30 por ciento.
En nuestro mundo, las sensaciones y la mente no pueden trabajar juntas. Si la mente y las sensaciones estuvieran conectadas, sería la Luz Reflejada, una acción espiritual. Antes de que esto ocurra debe suceder la restricción (Tzimtzum), la recepción de la Luz que Reforma, la fusión con el superior mediante la fe por encima de la razón para adquirir la mente y el corazón del superior, o trabajar por encima de las sensaciones propias con la ayuda de una razón superior.
Esto ya se relaciona con el trabajo espiritual. Es exactamente el propósito de la pantalla: conectar la sensación y la mente, «La Torá y el trabajo».
(52733 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 8/08/2011, Shamati # 45)
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