Intentamos acercarnos más y más a nuestros amigos, porque entendemos que si no logramos conexión, sólo sentiremos este mundo. No escaparemos de la percepción individual de la realidad, en la cual no sentimos nada, excepto a nosotros mismos.
En lugar de la verdadera realidad, sientes, ves y entiendes sólo lo que está dentro de ti, dentro de tu deseo de recibir. Y esta es una imagen de este mundo, es engañosa y opuesta a la verdadera realidad.
Por lo tanto, necesitamos entender tres cosas. Primera, sin la conexión entre nosotros no podemos sentir el mundo superior. Segunda, nunca lograremos esa conexión. Tercera, podemos lograrla sólo con ayuda de la fuerza superior, la fuerza de otorgamiento y unidad, al grado en que el superior nos da Su poder, avanzaremos hacia una conexión dentro de la que podemos sentir el mundo espiritual y al Creador.
Y sentir que no queremos acercarnos, nos es dado para ayudarnos a entender de lo que carecemos y lo que nos obstaculiza. Para invertir esta resistencia a la conexión y convertirla en su opuesto -acercarnos a la espiritualidad- necesitamos la plegaria.
Necesitamos pedirle al Creador que convierta la fuerza de nuestro ego, rechazo, odio, pasión, orgullo, todas nuestras aspiraciones que nos separan de otros, en su opuesto, en conexión ¡El Creador puede hacerlo! Sólo necesitamos pedir.
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De la 1a parte de la clase diaria de Cabalá 15/oct/21, Shamati 20 “Lishmá (En Su nombre)”
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