Tiempo de odio, tiempo para amar

Mi nuevo articulo: «Tiempo de odio, tiempo para amar«

Nuestros sabios escribieron sobre este tiempo en muchos lugares, como en Masejet Sanedrín, Masejet Sotah y Tikkuney Zóhar. Escribieron que, en nuestro tiempo, “La insolencia se elevará… el rostro de la generación es como el rostro del perro, los justos serán desechados, la sabiduría de los autores se extraviará y los justos serán abandonados”. De hecho, vivimos en una época de insolencia, vanidad, supresión mutua, pero principalmente, vivimos en un tiempo de odio.

Pero no vivimos un mal momento. El odio ha estado escondido dentro de nosotros todo el tiempo, hoy las circunstancias lo exponen. Ahora que ha sido revelado, nos pide que lo remediemos, que cambiemos nuestra aversión por cuidado y compasión y que construyamos puentes de amor por encima del odio mutuo. Y dado que el mundo entero pasa por este proceso, es señal de que el mundo está preparado para transformar todo el odio en amor.

La raza humana es única. Tenemos un propósito: construir conscientemente una sociedad cuyos miembros se sientan como uno, un todo unido. Esa unidad nos llevará a un nuevo y expansivo nivel de conciencia del universo y más allá. Por eso, la humanidad está cada vez más conectada.

Hasta ahora, el proceso ha sucedido “por sí solo”, sin nuestra participación consciente. Pero. en la etapa final, donde la humanidad se conecta, todos debemos participar. Por eso los golpes de hoy, como el coronavirus, son de naturaleza integral, para impulsarnos a actuar como uno y desarrollar la conciencia global.

La naturaleza no puede hacer el trabajo por nosotros, pues no seremos conscientes. Puede exponer la destrucción, nuestro odio, pero no puede construir el puente del amor. Ésta es nuestra tarea, la tarea de nuestra generación. La manifestación del odio es el llamado de la naturaleza a revelar amor. Si demoramos la respuesta, llamará con más fuerza al revelar más odio. Si aceptamos el llamado y nos unimos al proceso, el amor cubrirá el odio y nos llenará de una alegría que nunca supimos que existía.

Pero no será el final del proceso. Para desarrollarnos aún más, la naturaleza revelará un odio aún más profundo y feroz dentro de nosotros, uno que actualmente no podemos ver ni sentir. También emergerá sólo para que podamos cubrirlo con amor. A medida que continúe el proceso, nos elevaremos a niveles cada vez más altos de conexión, cuidado y amor, hasta que todos seamos verdaderamente como uno.

Por eso, una época de odio es siempre una época de amor, de construir amor por encima del odio.

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