Todo el día para una sola hora

34_100_wpPregunta: ¿Se debe empezar el trabajo sobre la intención durante la lectura del libro del Zóhar mucho antes de la clase, ya de día?

Respuesta: Yo diría que hay que trabajar sobre la intención todo el tiempo. En nuestro mundo, todo se constituye de tal manera que estamos en contacto con el grupo y el estudio sólo durante un corto periodo del tiempo.

Miles de personas en todo el mundo están presentes en la clase junto con nosotros. Muchos escuchan la clase en la traducción simultánea. Hay algunos incluso que entienden con dificultad la traducción, pues ésta se hace en las lenguas más comunes.

Pero esto no es importante para el avance espiritual. Respecto al libro del Zóhar todos estamos en la misma posición. Llegamos a la clase como a una gasolinera, para llenarnos y después vivir con ello todo el tiempo restante.

Nuestro mundo está hecho a propósito de tal modo que trabajamos la tercera parte de nuestra vida, otro tercio dormimos y el resto lo gastamos en distintas tonterías. Y nos queda únicamente una hora o dos que robamos al sueño y venimos a estudiar.

Pero cuando comenzamos a estudiar, tenemos que entender que toda nuestra vida se organiza correctamente, y no ir a trabajar desesperadamente. El Creador organizó este proceso especialmente para nosotros.

Si llego a la clase incluso por una sola hora, esto tiene que ser suficiente para estar en conexión con la meta las restantes 23 horas. Y durante estas 23 horas, preparo mis deseos para la hora en que llego a la clase.

Hace 2000 años vivió en el desierto Negev un hombre que se llamaba Bar Bi Yoma (el alumno por un día). Él fue un labrador, trabajaba en el campo.

Cuando tenía un descanso en los trabajos de temporada y podía dejar su casa, iba a Jerusalén. Después de todo el camino, le quedaba sólo un día para el estudio de la Torá. Al día siguiente ya estaba corriendo a casa, a su trabajo.

En su honor, hoy existe la costumbre que todos estudien un cierto día del año. Entonces los sabios dijeron que su estudio un día al año era equivalente al aprendizaje continuo durante todo el año, ya que todo el año su deseo estaba en este día.

Por eso, si durante las 23 horas esperamos esta única hora del estudio, significa que se nos cuentan todas las 24 horas del día.

De ello entendemos cuantas horas necesitamos para preparar nuestro deseo para una hora del estudio.

Por eso todo depende de la preparación. Debemos dedicar todas las horas del día para la preparación de la clase del Zóhar.

(Extracto de la lección por el libro Zóhar, correspondiente al 23 de abril 2010)

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