Todo el mundo es igual en la espiritualidad

Pregunta: ¿Cómo puede una pequeña persona traer a mucha gente a la unificación de lo cual depende su corrección? ¿Realmente tienen los instrumentos necesarios para lograr eso?

Respuesta: No hay gente pequeña o grande. Vivimos en el mundo del Infinito, un sistema completo, integral. Sin embargo, si hubiera alguna falla en la totalidad, ya no estaría completa por más tiempo, y su integridad estaría rota. Por lo tanto, cada uno es tan importante como todos los demás.

Imagina que este sistema tiene una conexión de entrada y una de salida, pero el camino a través de este recorre todos sus elementos, sin excepción, los cuales están vinculados en una cadena. En este caso, ¿importa cuántos elementos internos son deficientes y están destrozando en partes la cadena, mil o uno solo?  

Obviamente, los elementos menos imperfectos que quedan, son más fáciles de arreglar y desde este punto de vista, un eslabón defectuoso es preferible a un millar. Sin embargo, si examinamos la conexión de salida de un sistema imperfecto, fragmentario, vemos que uno de los elementos defectuosos es suficiente para romper el sistema.

Por lo tanto, cada uno de nosotros es importante, y no hay hombres pequeños o grandes. Todos somos necesarios, y debemos pensar en todos. Desde el punto de vista del Creador, no hay diferencia entre las personas, entre las almas, en absoluto.

(35687 – De la 4º parte  de la lección diaria de Cabalá del 2/18/2011, «La Libertad»)

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