Todo es un factor de reconocimiento de la sociedad

children3Recibí una pregunta: ¿Se le puede explicar a una persona lógicamente, antes de que los golpes se hagan presentes, que la igualdad, que puede parecer tan peligrosa y amenazante, no es de hecho tan mala después de todo.  ¿Incluso que uno se puede beneficiar de ella?

Mi respuesta: Cada persona desea encontrarse por encima de los demás, controlarlos y utilizarlos. Si se vuelve igual al resto no tendría nada con que llenar su deseo.

La igualdad no es un medio para crear una sociedad humana perfecta, sino para adherirse a la más elevada fuerza de la Naturaleza, el Creador, y llenarse con la sensación de otorgamiento. Una persona necesita comprobar que el otorgamiento la llena. Si las personas se tratan de esta forma entre ellas, verán que incluso si realizan actos de otorgamiento egoístamente de cualquier manera lo disfrutan. ¡Cada quien siente que es importante, poderoso y generoso, más que nadie más! Claramente se trata de una sensación egoísta. ¿Por qué las personas realizan buenas obras en primer lugar? Porque éstas tienen su valor propio que se presenta en la forma de reconocimiento y honor por parte de la sociedad.

Por ejemplo, ¿qué bien aporta tener un millón de dólares en la cuenta de banco? ¿Qué le pasará mañana a esta suma de dinero? Solamente piense en la actitud positiva que recibiría si lo utilizará para ayudar a los demás. ¡Qué sensación de grandeza y honor! Su familia, hijos, todos alrededor de usted lo apreciarían y respetarían. Eso tiene su valor. Si la opinión social cambia en este sentido, entonces la gente valorará esta satisfacción más que ninguna otra, puesto que la sociedad dicta los comportamientos a través del sistema de valores.

Hoy, por encima de todo, la opinión social hace que valoremos el dinero y la cantidad que poseemos. Una persona tiene un millón de dólares en su cuenta, otra, diez millones. Todos consideran a este último como más saludable, inteligente y apuesto que el resto. Si alguien tiene mil millones, sencillamente eso lo convierte en un ángel. Ya no es un hombre de carne y hueso, es algo inimaginable. Así es nuestra naturaleza interior. Puede usted odiar a una persona, pero al mismo tiempo, lo honra, respeta y aspira a estar cerca de él, todo depende del reconocimiento que tiene de la sociedad.

Material relacionado:

¿Cómo sería vivir en un mundo perfecto?
La igualdad y la individualidad no se excluyen
La desigualdad social – Perseguir ganancias hasta el desastre
¿Cuál es la diferencia entre el dinero y el llenado auténtico?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *