Todos los Mundos Superiores se encuentran en nuestro interior

changing-the-world-starts-with-changing-our-intentions1 No podemos avanzar sin la ayuda de los deseos egoístas, Klipot. Nacemos con un deseo egoísta y este deseo constituye toda la creación. Pero cuando entramos en el mundo espiritual, entonces en lugar de nuestro minúsculo y primitivo deseo de recibir, descubrimos un sistema entero de deseos. La diferencia entre Klipa (egoísmo) y la santidad (otorgamiento) radica en cómo la persona utiliza estos deseos: para su propio beneficio o para el otorgamiento. Cuando asciende los grados de los mundos espirituales, él mismo determina si sus deseos son Klipa o santidad.

Tenemos tendencia a tener el concepto equivocado que existen dos palabras que nos rodean, que son ajenas a nosotros y nosotros “caminamos” entre ellas. No hay tal cosa. Más bien, todo siempre ocurre en nuestro interior, dentro de nuestros deseos. No existe nada aparte de eso.

Al ir avanzando, constantemente revelamos nuevos deseos en el interior y dependiendo de cómo nos relacionamos con nuestro ambiente, determinamos si nuestros deseos serán para recibir o para otorgar. Por lo tanto, construimos los mundos espirituales o las etapas.

Esto es diferente a lo que imaginamos hoy: que los Mundos Superiores ya existen y sencillamente entramos en ellos como si fueran un bosque encantado, con el espíritu malo (Klipa) viviendo a un lado, y la santidad (bondad, otorgamiento) viviendo en el otro. Más bien, todo existe sólo dentro de la persona, todos los mundos, el Creador y la persona misma.

(Extracto de la tercera parte de la lección diaria de Cabalá)

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