Un hombre justo es el fundamento del mundo

Introducción al Libro, Panim Meirot uMasbirot, Ítem 22: Sin embargo, de acuerdo a lo anterior, los justos y los perversos deberían haber tenido el mismo peso en cada generación. No obstante, no es así, sino que encontramos un justo por muchos miles de vanos. De cualquier forma, has de saber que existen dos clases de dominio en la creación:

  1. 1.      La fuerza cualitativa
  2. 2.      La fuerza cuantitativa.

 La fuerza de aquellos que permanecen a los pies de Sitra Ajra es escasa, despreciable y baja, indeseable y falta de propósito y se esparcen como broza al viento. ¿Cómo podrían estos hacer algo para los sabios de corazón, cuyo camino y voluntad tienen claridad y propósito y una columna de Luz Superior brilla ante ellos de día y de noche lo suficiente para conducir las pequeñas inclinaciones de su corazón?

Por tanto, Él proveyó la fuerza cuantitativa en la creación, ya que esta fuerza no necesita ninguna cualidad.  [Y la fuerza cualitativa que no necesita cantidad.)

Sin estar conscientes de ello, todas las personas están conectadas a un sistema a través de sus almas, y es por esto que un cabalista puede corregir él solo a todo el mundo. Un hombre justo necesita miles de millones de personas regulares en cada generación ya que sus deseos terrenales ordinarios suman un gran deseo egoísta (un Kli). El cabalista trabaja y construye por encima de todo esto la intención “para el propósito del otorgamiento”.

Después, sin la participación ellos, utiliza sus deseos y los corrige. Él necesita miles de millones de personas a través del mundo para conectar sus deseos con la intención de otorgamiento de él. Por lo tanto, él los hace avanzar hacia adelante, hacia la corrección. Cualquier progreso que se realiza en este mundo (la tecnología, la sociedad o la cultura) es causada por una persona que atrae la Luz que Reforma a este mundo. De otra forma, este mundo permanecería inanimado e invariable pues “la Luz gobierna y hace mover un deseo que se crea”.

Es imposible imaginar nuestro mundo sin los cabalistas que atraen la Luz para éste, de acuerdo con el programa de su desarrollo. Está escrito que “un hombre justo es el fundamento del mundo”. Esto es absolutamente correcto. Los hombres justos atraen la Luz dentro de los deseos de las masas empleado las aspiraciones de las almas comunes. Esto le da a nuestro mundo la oportunidad de permanecer en vida y desarrollarse de generación en generación hasta que se vuelva apto para el avance espiritual. Y esto es exactamente lo que sucede en nuestra generación.

El desarrollo de la humanidad en este mundo se origina en la Luz que el justo atrae. Parecería que nuestra vida depende de nuestro trabajo físico en este mundo: empezando con la creación de nuevas artefactos, la investigación ambiental, la construcción de nuevas centrales eléctricas. Pero nada podría revelarse ante nosotros si no hubiera el surgimiento de una Luz atraída a este mundo por un cabalista.

La luz se viste a sí misma en los deseos de todos y los desvela, dando lugar a todo movimiento, progreso, descubrimiento y evolución en el mundo. No ocurre ningún cambio desde abajo; todo desciende para nosotros desde Arriba.

(De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 22 de julio 2010, Introducción al libro, Panim Meirot uMasbirot)

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